La alcaldesa de Castellón, Amparo Marco, se reincorporó ayer al trabajo tras casi 20 días de baja por la rotura del tobillo sufrida al caer con la yegua que montaba en un club de la ciudad. Reapareció en el salón de plenos del ayuntamiento en silla de ruedas reconociendo que Castellón no es accesible y que falta trabajo por hacer. Apenas dos semanas con la pierna derecha enyesada que le han servido para ver, y sentir, la ciudad desde otra perspectiva, sufriendo de primera mano las dificultades cotidianas de cualquier persona con movilidad reducida.

A juzgar por los dibujos que lucía en su escayola, la alcaldesa no puede negar que ha aprovechado este tiempo de baja para disfrutar de sus hijas, que le han estampado sus creaciones.

Agenda apretada

Marco explicó que se ha reincorporado a la actividad municipal pese a que la baja médica era de 60 días, porque dijo sentirse bien y sin dolor. Llega en una semana clave para la gestión municipal, puesto que mañana se celebrará el pleno ordinario de diciembre y el viernes el extraordinario en el que se aprobarán los presupuestos municipales del próximo año. De todas formas, aseguró que no ha descuidado el día a día del Ayuntamiento, supervisando de cerca el trabajo de su equipo en una recta final de año especialmente marcada por la elaboración de las cuentas municipales del 2017. En su reincorporación al frente del Ayuntamiento mantuvo una reunión de trabajo con la vicealcaldesa, Ali Brancal, que ha ejercido de alcaldesa en funciones en estas semanas, y con el edil de Ordenación del Territorio, Rafa Simó. Marco también se reunió con concejales, técnicos y los miembros del gabinete de alcaldía. Además, recibió en el salón de plenos a los miembros de la Coral de las Aulas de la Tercera Edad junto a la concejala de Gente Mayor, Mari Carmen Ribera.

En su aparición ante los medios la alcaldesa aprovechó para agradecer las muestras de preocupación y cariño que ha recibido durante su baja.