La alcaldesa de Castellón, Amparo Marco, detalló ayer la liquidación del presupuesto municipal del 2016, ejecutado en un 84%, que arroja un recorte de la deuda, de los 115 millones de euros que se encontraron en 2015, hasta los 72,9 millones -42,1 millones menos-, y la idea es que durante este año se siga amortizando. A la bajada del endeudamiento, se suma un superávit de 28,8 millones y un remanente de 16.

Cifras que demuestran «el saneamiento contable y financiero del Ayuntamiento, que nos permite seguir reduciendo la deuda, impulsando políticas sociales y de empleo y avanzando en la bajada de impuestos». Marco, arropada por prácticamente todo el equipo de gobierno, destacó que «se han cumplido todas las exigencias económicas que impone el Gobierno central, como el límite de endeudamiento, la estabilidad presupuestaria, la regla de gasto y el periodo de pago a proveedores».

A los 28,8 millones de superávit, hay que quitar partidas necesarias para garantizar la estabilidad del consistorio: las facturas en el cajón, que ascienden a 53.500 euros; las posibles de devoluciones de ingresos ejecutados de forma incorrecta, 56.800 euros; la amortización obligatoria de excedentes de las inversiones financieramente sostenibles, de otros 2 millones; y los créditos comprometidos que corresponden a inversiones financieramente sostenibles del año anterior, de 7,3 millones, entre otros.

REMANENTE/ Al final, queda un remanente de tesorería de 16 millones de euros que se prevé invertir «en obras que reviertan directamente en la ciudadanía, aunque hasta que no tengamos presupuestos generales y ley de acompañamiento, no tenemos capacidad de decidir qué hacer con este dinero». Si no, matizó Marco, «amortizaremos préstamos que se pidieron hace años con intereses leoninos, algunos de hasta 1,5 millones. Así se liberaría presupuesto destinado a políticas en la ciudad de Castellón».

Este remanente ha sido posible, apuntó la primera edila, «por el esfuerzo en la contención del gasto y por la obtención de más ingresos, porque son unos presupuestos conservadores. No hacemos ficción como se hacía antes». Respecto a los ingresos, se ha producido una mayor recaudación en el IBI, en 2 millones, y de plusvalías, en 2,9 millones. También se ha incrementado el impuesto de obras en 0,7 millones y las tasas municipales en 0,6 millones. El gasto de personal bajó en 2,5 millones, los bienes y servicios en 6,3 millones y las transferencias en 0,8. Se suma también el fondo de contingencia, de 1 millón.