Domingo de Pascua soleado y radiante en Castellón. El clima primaveral hizo un guiño ayer a las celebraciones en la capital de la Plana. Y es que los castellonenses pudieron disfrutar de todos los actos y encuentros al aire libre con el buen tiempo que ha marcado esta Semana Santa. Reuniones familiares, degustación de las deliciosas monas, paseos por la playa y deportes al aire libre fueron la tónica general.

Día grande también en la Concatedral Santa María, en donde cientos de fieles asistieron, emocionados, al encuentro de Cristo y la Virgen en la plaza Mayor. Las mantillas, peinetas y el olor a cirio e incienso tomaron el corazón de Castellón, en la jornada más importante de la Semana Santa para los creyentes, el Domingo de Resurrección. La elegancia del color negro fue protagonista, al igual que la emoción de los allí presentes cuando la imagen de Cristo y la de la Virgen cruzaron las puertas de la Concatedral, arrancando los aplausos de sus entregados fieles.

El Pinar del Grao recibió, como cada año, la visita de las familias y grupos de amigos que compartieron mesa y dulces en un día tan especial. Los más pequeños disfrutaron de la tradición, degustando ricas monas artesanales. “Ací me pique, ací me cou i ací t’esclafe l’ou”, fue una de las frases más repetidas por los pequeños de Castellón, enseñados por sus padres a romper y pelar el huevo duro.

Otra de las actividades tradicionales, aprender a volar la cometa, así como montar en bicicleta, patines o disfrutar de los distintos juegos de mesa a la sombra de los pinos.

Sobre la arena de la playa jugaban también los grupos de niños, mientras sus padres observaban la estampa desde las terrazas cercanas, en las que a las 13.00 horas se alcanzaron casi los 22ºC, una agradable temperatura, la máxima de la jornada, que permitía quitarse la chaqueta y quedarse en manga corta. El sol lucirá en Castellón hasta el jueves, cuando anuncian lluvia. H