El próximo jueves 12 de octubre arranca la temporada de caza menor en Castellón. En la provincia, hay 15.000 cazadores federados y 171 cotos, a los que hay que sumar una veintena que no están dentro de la Federación de Caza de la Comunitat. En esta campaña, desde la entidad, han hecho hincapié en los cursos formativos para garantizar la seguridad cuando se sale al monte.

«Hay que ir con precaución, con mucho cuidado cuando se va a disfrutar del medio natural, por eso desde la Escuela de Caza, en colaboración con la Universitat de València, realizamos cursos de seguridad para las batidas y ganchos», explicó el delegado provincial de la Federación de Caza de la Comunitat, Máximo Belenguer. En este sentido, remarcó que, cada vez, existe una «mayor concienciación», además los cazadores emplean los chalecos reflectantes en las batidas para evitar cualquier tipo de incidente. Aunque el riesgo cero no existe, desde el colectivo remarcan que, en las últimas campañas, no han tenido que lamentar ningún accidente de gravedad.

La campaña se pronostica buena en cuento a la captura del conejo, «ya que hay zonas donde está declarada la plaga de este animal», explicó el propio Belenguer. «Para las especies migratorias, como la perdiz, no sabemos cómo se desarrollará la temporada, aunque la cría no ha sido de las mejores este año», indicó.

jabalí // La temporada de caza mayor del jabalí arrancó el tercer fin de semana de septiembre y las previsiones son óptimas, si se tiene en cuenta, según Belenguer, que el número de capturas está siendo superior en este inicio. Una de las principales novedades es que esta campaña se alargará una semana más, es decir, hasta el segundo fin de semana de febrero, como pedían desde la federación. Además, se plantea una ampliación del periodo de autogestión, previa autorización de la Conselleria de Medio Ambiente. Esto supone que los cotos podrán, más allá de la temporada, capturar jabalíes si se constata que provocan daños en la agricultura o infraestructuras. Hasta ahora se permitían de forma extraordinaria batidas. Y es que los agricultores denuncian los daños que provoca esta especie en sus campos, porque cada vez se detectan en zonas más cerca del litoral en busca de comida.

A este respecto, el presidente de la Asociación de Propietarios para la Gestión Forestal y Conservación del Medio Ambiente (Aproca) de Castellón, José Luis Falomir, remarcó que, en estos momentos, existe «un considerable aumento de la población de ejemplares, sobre todo, en zonas bajas de la provincia, donde la presión cinegética es menor».

corzo // Desde esta entidad que aglutina a las principales fincas de caza mayor de la provincia hicieron balance de la caza del corzo que ya termina. «Se aprecia un aumento considerable de las poblaciones, lo que supondrá en un futuro próximo el poder tener un aprovechamiento turístico cinegético en los meses estivales». Y es que la caza mueve a numerosos aficionados, lo que supone una fuente de ingresos importante en las poblaciones del interior. «La caza conservacionista bien ordenada constituye un aprovechamiento en zonas despobladas, donde en invierno se concentran multitud de cazadores, lo que supone un impacto económico considerable sobre el territorio de la provincia», apuntó Falomir.