Las puertas del Consell de l’Estudiantat de la UJI permanecieron durante la jornada de ayer abarrotadas por cientos de estudiantes que acudieron a recoger la pulsera para acceder a la Fiesta de las Paellas que se celebra el próximo viernes. La larga cola y los problemas informáticos que se registraron durante la mañana conllevó a que muchos de los alumnos tuvieran que esperar hasta 50 minutos. Más de 2.600 los estudiantes pudieron estrenar, finalmente, su pulsera.

“Está habiendo algunos fallos en el sistema interno por lo que han tardado más de lo normal”, explicaron ayer dos jóvenes. “Llevamos desde las 9.00 horas y ya había un grupo de unas 25 personas esperando”, manifestó otro grupo. Y es que durante el día de ayer, el alumnado de la facultad de Ciencias Humanas y Sociales y el de Ciencias de la Salud fue el primero en adquirir las entradas, que ya habían comprado a través del portal de la universidad, efectuando el pago de los dos euros que cuesta este año la entrada. Algunos de los estudiantes consideran “fatal” la autofinanciación del evento “porque, aunque paguemos más, el Consell no ha aportado más infraestructuras”. Algunos revelan que el hecho de que no puedan salir del recinto una vez accedan a él “supone muy mala organización”. Por contra, gran parte de los alumnos se muestran satisfechos puesto que el presupuesto irá destinado a más becas, pues el Consell contará este año con 30.000 euros --15.000 más que el año pasado--, “algo que realmente es importante”. Además de los conciertos programados, el Consell ha iniciado una campaña contra el acoso sexual con el lema No es no, un mensaje que dominará la zona de ocio durante esta ya tradicional fiesta universitaria.

Con todo, serán 8.500 estudiantes los que conmemoren, en las paellas, los 25 años de la UJI. H