Agricultores de la provincia alertan de los problemas que la plaga de mosquitos les está generando en su actividad cotidiana justo en el arranque de la campaña citrícola. Y es que los huertos de Almenara, Xilxes, la Vall, Betxí, Moncofa, Nules, Burriana o les Alqueries están repletos de estos molestos dípteros que pican sin control. «Hemos empezado ahora a recolectar la clemenrubí y los collidors ya se nos están quejando de la enorme cantidad que hay», señalan desde una cooperativa situada en les Alqueries.

«Está a tope, mueves una rama y salen todos», señala un agricultor con huertos en la zona de Almenara. En el recuerdo de todo el sector está la virulenta plaga del año pasado en plena campaña citrícola, que llegó a impedir a los collidors recolectar las naranjas.

La proliferación de mosquitos se nota en las zonas urbanas, a raíz de las últimas lluvias que ocasionaron zonas con agua estancada donde se reproducen estos insectos cuando las altas temperaturas, como las actuales, acompañan. Pero esta eclosión es todavía si cabe más palpable en los campos que se encuentran situados en las inmediaciones de los principales focos.

A pesar de los vuelos

El propietario de una finca citrícola de Nules situada en la zona de la marjal, donde la pasada semana se realizaron fumigaciones aéreas por parte de la empresa encargada del control de plagas contratada por la Diputación de Castellón, lamentó la molesta situación generada. «En cuanto llegas al campo, ya empiezas a escuchar el zumbido a tu alrededor. Si no vas bien tapado, no te escapas», explicó ayer. Para remediar la situación que están padeciendo, a pesar de las altas temperaturas, se cubren en brazos, piernas y cabeza para protegerse.

Los que también están sufriendo los estragos de estos insectos son los collidors que ayer recolectaron granadas en Moncofa provistos de manga larga y unas gafas de plástico especiales.

El técnico de la cooperativa de suministros Ruralmoncofa Santiago Mompó explicó que llevan una semana «con mucha presencia de mosquitos». «La problemática la tenemos como la de hace un año, que la tuvimos hasta diciembre. La presencia del helicóptero ha coincidido con el repunte», detalló Mompó.

«Hay días en que los hombres no pueden estar ni un minuto en el campo porque se los comen. La verdad es que es desagradable tener que estar trabajando y tener como acompañantes a nubes de mosquitos», detalló este técnico.

No solo los vecinos están padeciendo esta temida plaga que se ha recrudecido en los últimos días, también los animales se están viendo afectados. Este es el caso de la cuadra de caballos que tiene Román Teresa en la zona de la Ratlla entre Moncofa y Nules. «Esto es una auténtica barbaridad, una locura. Los animales no saben qué hacer, sobre todo cuando anochece», lamenta este vecino. «Me han dado cloro para echarlo en el agua que se ha quedado estancada tras las lluvias y da la impresión de que les gusta porque hay larvas por doquier», detalló Teresa, quien reclamó soluciones efectivas y urgentes para atajar esta problemática.

Solución

«Espero que las autoridades competentes busquen la mejor solución, porque no son solo los animales ya que cualquier persona que sale a correr o caminar a partir de las 19.00 horas sufre picaduras por todo el cuerpo», señaló el dueño de la cuadra.

Hay que resaltar que, tras repuntes puntuales de la plaga de mosquitos durante los meses de verano, ha sido ahora, ya en otoño, cuando estos molestos insectos han empezado a causar más estragos debido a que se reproducen de forma masiva en zonas con agua estancada.

El problema no solo es palpable en el campo. Y es que la situación es tal que los niños de esta última localidad no entrenaron en el campo de fútbol el pasado martes por la gran cantidad de insectos que había en esta zona. Situación que llevó a la empresa concesionaria del control de plagas a realizar fumigaciones durante la noche. Y es que los jugadores veteranos del Moncofa sufrieron más de lo habitual en su último partido, ya que acabaron con multitud de picaduras, como se aprecia en las imágenes de arriba.