Los nuevos responsables de las juntas rectoras de los ocho parques naturales de la provincia, una vez completados los equipos directivos a falta de que se nombren los directores-conservadores de estos entornos protegidos, han coincidido en señalar que el futuro de estos enclaves pasa por saber compatibilizar su uso público con las medidas que garanticen la conservación del espacio, con una clara apuesta por reducir el impacto ambiental.

Para ello han puesto sobre la mesa hasta un total de diez medidas que ayudarán en su empeño, como es la necesidad de mejorar la gestión forestal que permita reducir los riesgos de incendios o buscar fórmulas y recursos que conlleven mejorar las vías de comunicación y la señalización dentro de los parques.

Este decálogo de propuestas, extraídas de las diferentes opiniones vertidas en el seno de las juntas rectoras, contempla incidir en una sustancial mejora en el mantenimiento de los bosques y, con ello, evitar la acumulación de vegetación en las zonas de más riesgo de incendio, además del control de plagas, tal como coinciden en reclamar representantes municipales adscritos a estas juntas. Entre las medidas se encuentran también hacer un buen mantenimiento de las balsas de agua y un mayor control de las quemas agrícolas tanto dentro como fuera de los perímetros.

Los equipos responsables de los parques sí señalan que hay que compatibilizar los usos públicos con las tareas de conservación, “porque no podemos permanecer ajenos a la creciente presencia de senderistas en estos espacios”, tal como recuerdan, a la vez que señalan lo adecuado de mantener la población estable en estas zonas y evitar la despoblación. H