El mercado de la vivienda acumula en Castellón cuatro años de sólida recuperación. Ni la entrada en vigor, el pasado mes de junio, de la nueva ley hipotecaria ni la desaceleración económica han logrado poner en números rojos la compraventa de pisos que, de momento, sigue cuesta arriba. Los datos son positivos y las previsiones para el año que acaba de empezar tampoco son malas: hay pocos nubarrones a la vista aunque el sector tiene que ser capaz de atraer al comprador joven que busca su primera vivienda.

Las últimas cifras que maneja el Instituto Nacional de Estadística (INE) no dejan lugar para la duda. Pese a que a nivel nacional y durante los diez primeros meses del 2019, el número de transacciones ha retrocedido un 3,1%, en Castellón las compraventas siguen en valores positivos. De enero a octubre se vendieron en la provincia 7.502 viviendas, un 0,7% más que en el mismo periodo del 2018, cuando fueron 7.446. Y aunque el incremento es algo más bajo que el registrado el año pasado, todo apunta a que Castellón cerrará el 2019 rozando las 9.000 compraventas, la mejor cifra desde hace una década.

Los datos confirman que el sector sigue en positivo, pero todavía se encuentran a años luz de los cerca de 20.000 inmuebles que cambiaban de manos cada ejercicio en plena fiebre del ladrillo, entre 2004 y 2007. Los números, no obstante, demuestran que el mercado inmobiliario se va alejando definitivamente de la gran crisis del 2013, cuando el sector provincial tocó suelo con poco más de 5.300 transacciones.

entre 60.000 y 70.000 euros // Pero, ¿qué tipo de viviendas se venden en Castellón? ¿quién compra casas y a qué precios? Este nuevo repunte del mercado mantiene las características de los últimos años. Y la nota predominante es que las viviendas de segunda mano son las que acaparan el mercado provincial, concentrando el 86,8% de todas las operaciones. De hecho, de las 7.502 viviendas que cambiaron de mano de enero a octubre, 6.515 eran usadas. «En Castellón, el mercado está dominado por la vivienda de segunda mano, con precios medios de venta de entre 60.000 y 70.000 euros», apuntaba hace solo unos días Francisco Nomdedeu, presidente del Colegio Oficial de Agentes de la Propiedad Inmobiliaria.

Las transacciones de vivienda nueva, en cambio, continúan al ralentí. En los 10 primeros meses tan solo se realizaron 987 compraventas de casas a estrenar, 21 menos que en 2018. Y eso que la oferta ha ido poco a poco al alza, sobre todo en la capital. «Quienes adquieren una casa lo hacen pensando en que la cuota de la hipoteca sea inferior al pago de un alquiler», coinciden en varias inmobiliarias consultadas.