El Consell estudia dar un importante revés a los paranyers. Los aficionados, a través de Apaval, solicitaron a la Conselleria de Medio Ambiente la autorización oportuna para realizar los trabajos de campo que debían constatar que el sistema del cesto malla permitía la captura sin muerte. Este trámite resulta crucial para lograr la homologación de este método cara a mantener la idiosincrasia de esta práctica cinegética, que ya atesora 14 años en la clandestinidad tras ser prohibida judicialmente, incluso por el Tribunal de Estrasburgo.

«Estamos pendientes de responder en breve a la solicitud de pruebas de campo realizada por Apaval, lo que se hará en los próximos días», apuntaron desde el departamento de Elena Cebrián, que evitan pronunciarse sobre si la respuesta será afirmativa o negativa. De todos modos, dan un dato revelador para saber cuál será la postura final. «La solicitud presentada adolece de una información incompleta y falta de mapas del mecanismo propuesto», insistieron.

A la espera de conocer la decisión final que se antoja negativa para los intereses de Apaval, desde el colectivo denuncian la falta de diálogo con la Conselleria, aunque desde Medio Ambiente remarcaron que no tienen una solicitud formal de reunión por parte de la asociación. «No quieren reunirse con nosotros, no se atreven a contestarnos porque no saben qué decir», apuntó Bayarri, al tiempo que subrayó que los paranyers «no van a parar».

EUROPA

Otro frente político que los paranyers tienen abierto para recabar apoyos está en Bruselas, donde el pasado mes de junio Bayarri se reunió en la sede de la Comisión Europea con la eurodiputada del PP Rosa Estaràs, y con el presidente del Intergrupo por la Biodiversidad, la Caza y el Campo dentro del Comité de Medio Ambiente del Parlamento Europeo, Karl-Heinz Florenz, para presentarles el nuevo método. Están a la espera de respuesta.