Decisivo en el futuro del servicio de ferrocarril de Cercanías será la petición que ha lanzado el presidente Ximo Puig al Ministerio de Fomento, para que se transfieran a la Generalitat las competencias en materia ferroviaria. Para ello, se ha solicitado la creación de una comisión técnica entre ambas instituciones para coordinar el trabajo y las actuaciones a impulsar.

El anuncio, realizado la semana pasada en sede parlamentaria, durante una sesión de control en Les Corts, tiene por objetivo garantizar la calidad del servicio, recuperar los niveles de inversión y poner orden respecto a las molestias que están generándose la línea C-6, y que según las palabras de Puig, “una situación que está sobrepasando todos los límites”.

De materializarse esa transferencia de competencias --hecho que actualmente solo se da en Cataluña--, la Generalitat pasará a controlar un servicio que ahora utilizan en toda la Comunitat Valenciana unos 20 millones de pasajeros anualmente. Aun así, el Consell ya matizó que la petición formal no se producirá hasta que se haya constituido un nuevo Gobierno central.

Este mismo lunes, el president Ximo Puig habló telefónicamente con la ministra de Fomento en funciones, Ana Pastor, instándole a buscar soluciones a los problemas que existen en los Cercanías, una conversación en la que, según Presidencia de la Generalitat, se zanjó con el compromiso por parte del Gobierno de aumentar los autobuses lanzadera entre Valencia y Castellón para agilizar y aumentar el transporte. H