Los eclipses totales de Luna no suelen ser raros, no tanto por su frecuencia como por su visibilidad. A diferencia de los eclipses de Sol, los de Luna son visibles en toda la parte nocturna de la Tierra, cuando se produce la alineación espacial perfecta de los astros Sol-Tierra-Luna.

Así, casi todos los lectores han visto una Luna de “sangre “, pero pocos un eclipse total de Sol, pues estos últimos se produce en una estrecha franja de tan solo cien kilómetros de ancha. Si hacemos memoria seguro que podemos recordar el pasado mes de julio un eclipse total de Luna visible desde nuestras comarcas, en aquella ocasión con la Luna saliendo y muy cerca del protagonista astronómico del verano, el planeta Marte. Además se dio la circunstancia que el evento ocurría en viernes y a primera hora de la noche veraniega, unas circunstancias ideales para disfrutar del fenómeno.

En esta ocasión desafortunadamente, lo más interesante del fenómeno astronómico y que es visible a simple vista, cuando la Luna se tiñe de rojo sangre, sucederá de madrugada, antes del amanecer y hacia el horizonte oeste.

El inicio del fenómeno, cuando la Luna empieza a esconderse tras la sombra de la Tierra, se produce a las 04:49 horas de la madrugada. Desde este momento veremos progresivamente como la Luna es cada vez más “mordida” por la curvada sombra de nuestro planeta. El inicio de la totalidad del eclipse, cuando la Luna se vuelve roja por la refracción atmosférica, será a las 05:25 horas. A las 06:12 horas se produce el medio eclipse y la coloración más rojiza. En este momento la Luna se situará a una altura ya solo de 23 grados respecto al horizonte oeste, por ello nos debemos procurar un sitio alto o un lugar despejado para la observación del fenómeno.

La totalidad acabará 06:37, con las primeras luces del crepúsculo. El fin de la parcialidad no será observable desde nuestras comarcas pues la Luna ya se habrá puesto por el horizonte y el Sol estará próximo a su salida.

Además, este eclipse total de Luna se produce con la Luna en el perigeo, es decir, en el punto de su órbita más cercano a la Tierra, por lo que aparecerá un poco mayor de tamaño y brillo, lo que se ha venido conociendo estos últimos años de forma mediática como súper-Luna.

Si el tiempo meteorológico lo permite, merece el esfuerzo madrugar un poco para contemplar sin necesidad de instrumento óptico alguno esta súper-Luna de sangre, pues por desgracia no volveremos a tener visible un eclipse total de Luna desde nuestras comarcas hasta el 16 de mayo de 2022.