Alrededor de 140 personas participan esta semana en la Jornada Innovació amb robòtica educativa que se celebra en la Universitat Jaume I con el objetivo de compartir experiencias entre los maestros de Primaria, el profesorado de Secundaria, los docentes universitarios y los futuros profesionales en torno a esta novedosa disciplina, el desarrollo del pensamiento computacional y la competencia digital.

El organizador de las jornadas, Julio Pacheco, señala que para el alumno, incorporar la robótica al aprendizaje supone una motivación garantizada. «Los robots dejan de ser juguetes para ser usados en el aula», manifiesta.

No es una asignatura del currículo, pero cada vez es más demandada por las asociaciones de padres de alumnos como extraescolar. Por eso, señala, esta disciplina ya es un nicho de empleo. De hecho, todos los alumnos que en la UJI plantearon la robótica educativa como trabajo final de grado están trabajando en este ámbito.

La cita atrae a ponentes de Italia, Zaragoza, Barcelona, Valencia y Castellón. Entre los ejemplos que se abordan están los robots de Clementoni, que de la juguetera saltan al aula y que, además de las app propias del robot se pueden guiar con la tablet, de modo que puede también practicar pensamiento computacional. También los Scratch, que en su última versión presentan extensiones para el mundo Lego y microbit.