El déficit de la Comunitat Valenciana continúa su escalada. Para la Conselleria de Hacienda no es alarmante, pero un agujero de 1.276 millones entre gastos e ingresos invita al menos a la preocupación. En clave política, el dato hecho público ayer referido al mes de junio da argumentos al conseller Vicent Soler sobre la necesidad de aplicar un plan de contención del gasto (440 millones) en las cuentas autonómicas del 2019 y de que lleguen pronto los fondos del sistema de financiación retenidos (450 millones) al estar el Gobierno en funciones.

Sobre este último objetivo se esperaba ayer algún avance, pero no se produjo tras la visita de Soler a la secretaria de Estado de Hacienda ni tras la comparecencia de la ministra, María Jesús Montero, en el Senado. Habrá que seguir esperando, porque por ahora el mensaje es repetitivo: el dinero llegará antes de fin de año. Es el único compromiso.

UN AUMENTO «PUNTUAL» // Según Hacienda, el incremento en el déficit es un hecho «puntual», derivado de que «los ingresos no han avanzado a la medida de la ejecución presupuestaria». Una parte de la responsabilidad de esa merma de ingresos está en el bloqueo a las entregas a cuenta del sistema de financiación. El Consell reiteró ayer que el problema es de ingresos y no de gastos, que están por debajo de la media española, si bien han crecido un 7% (596 millones más que en el 2018), mientras que los fondos del sistema de financiación están paralizados.

SIN SOLUCIONES // La situación de las entregas a cuenta está como estaba anteayer, a pesar de la actividad pública en torno a este conflicto. La ministra Montero reiteró el mensaje y no aportó soluciones en el Senado. El Gobierno «sigue trabajando para encontrar la fórmula para hacer llegar el dinero antes de fin de año».

La ministra, no obstante, intentó bajar el suflé que se ha levantado sobre esta cuestión: las cantidades equivalen a «15 días de tesorería» de las comunidades. Por tanto, dijo, no pueden justificar «recortes» presupuestarios.

Soler tampoco salió del ministerio con soluciones concretas sobre este problema. Pidió que se abone el dinero (450 millones) «lo antes posible», pero la secretaria de Estado de Hacienda, Inés Bardón, dijo lo mismo que su superior: que estará antes de fin de año. No es suficiente, pero al menos «relaja los problemas de tesorería», dijo el conseller.

El titular de Hacienda no se volvió, con todo, con las manos completamente vacías. Se trajo la aceptación del ministerio de una prórroga a la Comunitat para presentar su Plan Económico y Financiero (PEF), indispensable para liberar el pago del FLA extraordinario del cuarto trimestre, que asciende a 250 millones.

No se trata solo de que la Generalitat pueda obtener el denominado extraFLA sin presentar el PEF. Lo más importante es que el plan de ajustes al presupuesto de 2019 ya no urge tanto si el PEF puede presentarlo más tarde, con lo que no parece probable que vaya al pleno del Consell de esta semana, como exige Compromís.

En un contexto estatal que parece encaminado a la repetición de elecciones, la perspectiva de una prórroga de los presupuestos de la Generalitat gana enteros. En Hacienda está sobre la mesa y Compromís ya verbaliza ese horizonte, pues para el conseller Rafael Climent es «de pura lógica».