Más prevención y más inversión. Esta es la exigencia que realizan los bomberos forestales de la Generalitat y los expertos en medio ambiente consultados después de que Mediterráneo desvelara ayer que 114 municipios de Castellón carecen de planes locales de prevención de incendios que son obligatorios por ley desde el año 2005.

Los especialistas coinciden en que “en los últimos 20 años no se ha hecho nada en los ayuntamientos en prevención de fuegos” y, como expresó el jefe de la sección forestal del Consorcio de Bomberos, Fernando Kindelan: “Cuando llega el desastre existen muchísimas carencias a la hora de sincronizarse; la verdad es que falta muchísimo por hacer”.

El portavoz de la Asociación de Municipios Forestales, Fernando Pradells, manifestó que existe “una falta de planificación porque la ley obliga a elaborar estos planes locales, pero, en cambio, la Generalitat no dota a los ayuntamientos de presupuesto para poder llevarlos adelante”. “Los mismos errores se repiten año tras año con ayudas cero. No se hace nada”, aseveró.

En la misma línea se mostró Juan Manuel Batiste, decano del Colegio Oficial de Ingenieros Forestales de la Comunitat y presidente de la Asociación de Propietarios Forestales de la Tinença de Benifassà: “No se está aplicando la normativa; exigen redactar un plan, pero no podemos. Esto tiene una trascendencia más importante de la que nos imaginamos porque existe un interfaz urbano forestal en el que las urbanizaciones entran en contacto con zonas de pinar o de monte. Es el peligro dentro del peligro y a día de hoy los ayuntamientos carecen de planes de protección poniendo en peligro no solo la vida de los afectados, sino de los propios efectivos de bomberos”. Según Batiste, las causas de esta “dejadez absoluta” responden a “una clara falta de inversión”.

Para el decano del Colegio de Ingenieros Forestales: “El resultado de un incendio forestal es 10.000 veces más caro que un plan local de prevención de incendios”.

ASIGNATURA PENDIENTE // El portavoz de la Asociación Nacional de Bomberos Forestales, Dionís Montesinos, explicó: “Es asignatura pendiente del Consorcio, de ayuntamientos y de la Generalitat elaborar y desarrollar planes de autoprotección, así como detallar los planes locales antiincendios y sensibilizar a la población en el peligro de las barbacoas, quemas agrícolas, y otros descuidos”.

En este sentido, Montesinos recalcó que “zonas entrañables como la Serra d’Espadà, la Tinença de Benifassà, Montanejos o el Penyagolosa corren un grave riesgo de gran incendio forestal (GIF) y, en este nuevo escenario de cambio climático, es necesario aumentar las inversiones para dinamizar las zonas rurales con la creación de puestos de trabajo, además de añadir un turno más para los bomberos forestales de la Generalitat, aumentar su formación y los simulacros de GIF”.

Y prosiguió: “En Castellón existe escasa planificación, ya que en los últimos 20 años no se ha hecho nada en planes de autoprotección, y hay poca prevención en comparación con Valencia, que tiene 51 equipos de trabajos silvícolas de la Diputación”.

Montesinos planteó el fuego técnico como medida preventiva. “Consiste en quemar pequeñas franjas para reducir la masa de combustible; sacrificar el 0,001% para evitar un gran incendio que acabe con todo”, argumentó.

Los planes locales de prevención de incendios los tiene que autorizar la Conselleria. H