Eduardo. Así se llama el primer niño nacido en la provincia de Castellón en este 2019. Apenas habían pasado ocho minutos de las doce campanadas que anunciaban el cambio de año cuando se produjo el alumbramiento, en el Hospital General de la capital. El pequeño, hijo de padres moldavos, nació de parto natural, con un peso de algo más de tres kilos y medio.

Y, como curiosidad, «comparte con su hermano mayor, Alexandro», el «honor» de haber estrenado la cuenta anual de nacimientos en la provincia, «en el 2012, a las 2.36 horas, con un peso de 3,925 kilos», como explica su madre, Mariana Balan, que agrega que tiene otra hija, Adela, más mayor, nacida en el 2007.

Fue una alegría para la familia Balan, que reside en Orpesa, donde su marido Ion, trabaja en la construcción, y ella en un restaurante. Llevan ya «media vida» en España, dicen, «15 y 12 años».

Más prisa tuvo por meter la cabeza en el recién estrenado 2019 Lola, la primera valenciana, que vino al mundo cuando apenas pasaban seis minutos de la medianoche en el Hospital de Denia (Alicante), con 3,8 kilos.

Casi cuatro horas después, en el Hospital de la Plana de Vila-real, nacía la primera niña del 2019 en el centro, de nombre Valeria. Fue a las 4.04 horas, y la pequeña, hija de Verónica y Antonio, pesó 2,840 kilos.

Jad, el último

Mientras, el último bebé del 2018 en nacer en la provincia fue Jad, quien tuvo un peso de 3,115 kilos, hijo de padres de nacionalidad española y marroquí. Al igual que Jad, de enero a noviembre del 2018 vieron la luz en los hospitales públicos de la provincia de Castellón 3.148 bebés, lo que supone un descenso con respecto al mismo periodo del 2017, en que se registraron 3.323 alumbramientos. La tendencia se repite en la Comunitat, con 27.288 partos frente a los 28.813 en un año.