Castellón vibró por segundo día consecutivo con la Vuelta, en una jornada que sirvió para decir adiós a la ronda española en la presente edición. Una despedida a modo de hasta luego. Al menos esta es la intención de ambas partes, que desde que hace un lustro volvieron a cruzar sus caminos —entre el 2010 y el 2014 la provincia estuvo totalmente en el olvido—, han demostrado un gran entendimiento, que beneficia a los dos. Ahora habrá que ver si las carreteras castellonenses vuelven a ser protagonistas en el 2020.

Si fuera por los aficionados no habría ninguna duda, porque ayer volvieron a disfrutar con el paso del pelotón, que afrontó la séptima etapa de la Vuelta de forma íntegra por la provincia, con salida en Onda y llegada en el Mas de la Costa. Un final descubierto para el ciclismo hace tres años y que al igual que entonces no decepcionó a nadie. Como sucedió en el 2016, los casi cuatro kilómetros finales fueron intensos y las duras rampas, alguna de ellas con un desnivel del 22%, hicieron que los corredores cruzaran la meta muy fraccionados. En la cima, Alejandro Valverde tomó el relevo de Mathias Frank.

Un vencedor de nivel para una etapa de lujo, que al igual que el resto de ciclistas fue aclamado en la subida final, en el que el esfuerzo que tuvieron que hacer fue considerable. Una ascensión en la que fueron protagonistas los cuatro favoritos al triunfo en Madrid. Junto al campeón del mundo estuvieron en el reducido grupo de cuatro unidades su compañero Nairo Quintana, Superman López —nuevo líder— y Primoz Roglic.

Gran expectación / Aunque el Mas de la Costa volvió a llenarse, fueron muchas las personas que eligieron otros lugares para presenciar al paso de los valientes y darles ánimos. Así, las 19 poblaciones por las que transitó la caravana de la Vuelta se volcaron al máximo. Onda, Castelló, Benicàssim, Almassora, Burriana, Nules, Vilavella, Vall d’Uixó, Alfondeguilla, Chóvar, Eslida, Aín, Alcudía de Veo, Veo, Tales, Fanzara, Vallat, Argelita y Llucena no desperdiciaron la oportunidad que tenían de ver de cerca a la caravana que compone la ronda española, que en el segundo y último día en la provincia.

Una salida, en Onda, que ya fue espectacular y emotiva, y también multitudinaria. Y es que fueron muchos los habitantes de la localidad que quisieron rendir un homenaje al malogrado Víctor Cabedo y dar ánimos a sus hermanos José y Óscar, director y ciclista del Burgos BH. Ambos fueron aclamados desde que llegaron al control de firmas hasta que tomaron la salida con dirección al Mas de la Costa, que precisamente fue delante de su domicilio familiar. Luego tuvieron la oportunidad de volver a ser aclamados, ya que el esprint intermedio también se situó en la localidad de la Plana Baixa.

Y al igual que sucedió el jueves, el pelotón volvió a volar. Valverde llegó con 23 minutos de adelanto sobre el horario intermedio previsto por la organización (36 km/h), puesto que rodó a una media de 41,1 km/h. Un hecho que provocó que más de un aficionado se viese sorprendido y llegase tarde en el momento del paso de los ciclistas. «Ya han pasado; por suerte vuelven dentro de un rato», comentó un grupo de personas que se acercó a ver al pelotón por las calles de Castelló.

UN ÉXITO ROTUNDO / Como ha sucedido los últimos años que la Vuelta ha transitado por la provincia, el éxito ha sido total. La presencia de amantes del deporte del pedal en las carreteras ha sido muy elevado y aunque es muy complicado calcular un número exacto, han sido miles y miles de personas que no han querido desaprovechar la oportunidad de ver a la élite del momento.

Pero además, la presencia de la ronda española supone un escaparate al mundo de los encantos de la provincia, ya que llega a 190 países a través de la televisión. Castellón se quedó con más ganas de Vuelta.