La parálisis y la indefinición en la que está instalada la política española, sin acuerdos para formar Gobierno y con la amenaza de nuevas elecciones, no le sale gratis a Castellón. Y es que de la normal actividad del Ejecutivo depende el impulso de importantes actuaciones en la provincia que en la actualidad se encuentran en stand by.

El aeropuerto, ¿a Aena?

Como por ejemplo en el aeropuerto de Castellón, donde lo que está en juego es que Aena, la operadora pública, sea la que lo gestione. Es el compromiso que el president de la Generalitat, Ximo Puig, arrancó el pasado mes de febrero a su presidente, Maurici Lucena. Este aseguró que se iban a estudiar fórmulas para que la empresa asumiera, aunque fuera de forma indirecta, el control del recinto de Vilanova d’Alcolea, una de las principales reivindicaciones desde el Gobierno autonómico.

La Generalitat tendrá que heredar a finales de año a través de Aerocas el control total del recinto, tras llegar a un acuerdo con la actual gestora, Edeis, que abandonará la base tras no obtener la rentabilidad deseada.

Accesos a la AP-7

También están en juego los nuevos accesos a la AP-7 desde Benicàssim, Vila-real y Vinaròs, concebidos cara a la próxima liberalización de la autopista, el 1 de enero del 2020. Son una propuesta de la Conselleria de Obras Públicas cara a facilitar la movilidad, teniendo en cuenta que el volumen de tráfico en dicho vial se incrementará de manera importante. Pero antes debe obtener el consentimiento del Gobierno central, con el que además debe negociar cómo pagar estas infraestructuras. Y no parece que en la actual situación de provisionalidad, el Ministerio de Fomento vaya a hacer ningún movimiento en este sentido.

Corredor

En cuanto al corredor mediterráneo, el comisionado en el Ejecutivo, Josep Vicent Boira, explicó el pasado martes en PortCastelló que si bien la inestabilidad política no tiene por qué afectar al plan de obras previsto --a la «hoja de ruta», en sus propias palabras-- sí que lo hace en el apartado estrictamente de gestión. Por ello, pidió una «resolución rápida» para que los plazos manejados por Fomento para finalizar las actuaciones se respeten.

Sector citrícola

Los citricultores de la provincia también tienen motivos para estar preocupados por la situación actual. La grave crisis que vive el sector exige soluciones rápidas y Luis Planas, ministro de Agricultura en funciones, todavía no ha cumplido con todas sus promesas. Así, están pendientes las ayudas directas o de minimis que exigen los agricultores; el impulso a la cláusula de salvaguarda ante el tratado comercial con Sudáfrica; introducir las mejoras propuestas desde Castellón al acuerdo Mercosur-Unión Europea...