La polémica generada en torno a la convocatoria de la asamblea de Fiestas a raíz de la presentación de una moción del PP y Ciudadanos y apoyada por Vox y Compromís --que sumaron 15 votos propiciando que el texto saliera adelante-- marcó ayer el pleno del Ayuntamiento de Castelló.

Si bien la apuesta de los nacionalista por consumar su sí al texto de la derecha ha minado l’Acord de Fadrell, PSOE y Compromís negociarán para reconducir la situación de crisis en la que esta decisión ha sumido al equipo de gobierno. Según ha podido saber Mediterráneo, la alcaldesa de Castelló, Amparo Marco, se reunió con el portavoz del grupo municipal de Compromís, Ignasi Garcia, después del pleno con el fin de acercar posturas con el fin de que l’Acord de Fadrell siga adelante y en pleno vigor, aunque no se descarta algún cambio.

COMISIÓN DE SEGUIMIENTO

En sentido parecido se pronunció el portavoz del grupo municipal del PSOE, Omar Braina, quien apostaba «por reflexionar con serenidad y valorar hasta donde queremos llegar». Además, anunció que la comisión de seguimiento de l’Acord de Fadrell se convocará para ver cómo gestionar esta situación, tal y como propuso el representante de Podem-EUPV tras la sesión plenaria.

Por lo que se refiere a las consecuencias de la aprobación de esta moción, ahora se dará traslado «lo antes posible» (no esperarán a los seis meses que tienen de plazo máximo) al Patronato de Fiestas --organismo autónomo, con personalidad jurídica propia y con potestad de autoorganización-- que, a través de su órgano de gobierno que es el consell rector y su presidenta, convoque la asamblea de Fiestas --según el portavoz Braina, la decisión del pleno no es vinculante--. Hay que recordar que dicho consell está formado por la presidencia (Pilar Escuder), la vicepresidencia (Vero Ruiz), seis representantes de los grupos políticos y cuatro miembros de la asamblea de Fiestas.

LA DEFENSA DE LA MOCIÓN

En cuanto a las intervenciones de defensa de la moción, tanto la portavoz del PP, Begoña Carrasco, como el representante de Ciudadanos, Alejandro Marín-Buck, apostaron por la autonomía y defensa de la Junta de Festes. Carrasco pidió «respeto por los hombres y mujeres que viven las fiestas y nos han regalado su trabajo». La popular también recordó, tras aprobarse la moción, que había quedado demostrado que «quien se equivocaba era la alcaldesa perpetrando el golpe de estado a la autonomía de las fiestas y hasta su socio, Compromís, se lo ha dicho». Ciudadanos destacó que «hoy gana Castelló y el món de la festa». Por su parte, la concejala de Compromís Vero Ruiz, justificó su apoyo al texto «por coherencia con lo que votamos en el consell rector, es un voto a favor del cumplimiento de los estatutos y de l’Acord de Fadrell». Luciano Ferrer, portavoz de Vox, también le dio su apoyo al documento y pidió la convocatoria de la asamblea además de reivindicar que las fiestas «las hagan quienes saben organizarlas».

¿Y LA ENMIENDA?

Por otra parte, y sobre la enmienda firmada por PSOE y Podem-EUPV y que no prosperó, el portavoz podemita, Fernando Navarro, remarcó el trabajo de estos dos grupo políticos por intentar buscar un consenso y acusó a la oposición de solo querer «desgastar al equipo de gobierno municipal porque no les preocupa cómo debe de funcionar el mundo de la fiesta». «Han encontrado una fisura en l’Acord de Fadrell y han tratado de machacarla», dijo. El portavoz socialista en el consistorio, Omar Braina, afirmó que la derecha «más rancia se resiste a los cambios en las fiestas» y recordó que «estamos en un impas con la redacción de otros estatutos. Este gobierno quiere la apertura y la participación de la fiesta».