El Consejo de Ministros acordó ayer una serie de medidas para hacer frente a los daños ocasionados por las últimas lluvias y el pedrisco en la provincia de Castellón, con partidas que se refieren especialmente a la producción citrícola, el sector más afectado por las precipitaciones caídas cuando se encontraba en medio de la campaña de recolección, especialmente en las comarcas productoras de la Plana y el Maestrat, según avanzó ayer el ministro y portavoz, Íñigo Méndez de Vigo. La decisión del Gobierno es el primer paso para que, desde los ayuntamientos de las «zonas afectadas gravemente por una emergencia», puedan proceder a evaluar los daños y elevar la propuesta al Ejecutivo para su resolución.

Aunque el portavoz gubernamental no quiso avanzar cantidades económicas, Méndez de Vigo sí señaló que la nueva ley de Protección Civil facilitará que se puedan agilizar esas ayudas para que lleguen cuanto antes a los damnificados, además de contemplarse medidas relacionadas con la Seguridad Social, por suspensiones o reducciones de jornada que se hubieran podido producir a consecuencia de los daños, además de líneas de préstamos preferenciales que estarían subvencionadas por el Instituto de Crédito Oficial, según señaló el ministro.

Solo en cuanto al pedrisco la superficie afectada ronda las 7.000 hectáreas, según la Unió. En cuanto a las ayudas por desperfectos de enseres a causa de las lluvias, estas pueden llegar a alcanzar los 2.580 euros de máximo.