156 minutos. Es el tiempo que en Castellón transcurre entre un diagnóstico de cáncer y el siguiente. Nueve casos al día. 270 al mes. Casi 3.400 al año. Esta retahíla de datos no pretende ser un mensaje pesimista de una enfermedad que solo de pensar en ella sobrecoge. Pero ¡cuidado! el cáncer no es solo una enfermedad. Es un conjunto de diferentes enfermedades que tienen en común que una determinada célula escapa del control general y empieza a proliferar. Y cada una requiere de un estudio específico y un tratamiento especializado. Por eso el reto que plantea es mayúsculo. Nada menos que de lo que se trata es de conseguir ampliar las tasas de curación. Hoy se acercan al 55%, pero el objetivo es que en unas décadas superen el 70%. ¿Cómo lograrlo? Solo hay un camino posible: a través de la investigación. Conocer para tratar. Investigar para curar.

Sin investigación no hay esperanza contra el cáncer y precisamente eso, investigar, es lo que hacen a diario un buen puñado de profesionales en Castellón. Oncólogos, biólogos, químicos, genetistas, dermatólogos... todos luchan para que los enfermos y enfermas de esta terrorífica enfermedad (la segunda causa de muerte en España tras las dolencias cardiovasculares) tengan cuantas más alternativas mejor. Y la opinión es unánime: la investigación de hoy es el diagnóstico y el tratamiento de mañana.

Pedro Miguel Carda Usó es catedrático de Química Orgánica, profesor de la Universitat Jaume I de Castelló (UJI) y coordinador del grupo Joining Medicine and Chemistry. Junto a la también investigadora y profesora Eva Falomir, y a varios estudiantes de doctorado, trabaja desde hace una década en el diseño de compuestos que luego prueban en líneas de células cancerígenas. En todo ese tiempo han desarrollado más de 500, que más tarde pueden ser la base para el desarrollo de nuevos fármacos oncológicos. Uno de sus últimos logros ha sido el desarrollo de un derivado de la colchicina (uno de los compuestos naturales con mayor capacidad para detener la reproducción de las células cancerosas) que reduce la toxicidad del fármaco pero mantiene su efectividad para combatir la enfermedad.

Aunque toda la labor científica es importante, la que tiene como objetivo vencer el cáncer todavía lo es más. «De todas las líneas de investigación que llevamos a cabo, esta es la que nos da mayor satisfacción. Estamos en contacto con otros grupos universitarios que hacen ensayos con animales de los compuestos que diseñamos», describe el profesor.

Muchos granitos de arena

Una de las estudiantes más jóvenes del equipo que dirige Miguel Carda es Raquel Gil. Tiene solo 24 años, es graduada química por la UJI y acaba de recibir una beca de la Asociación Española contra el Cáncer (AECC) de Castellón y la Fundación José Soriano Ramos cuyo objetivo es desarrollar un nuevo fármaco con actividad anticáncer que podrá ser usado en inmunoterapia, un tratamiento que está dando excelentes resultados en la lucha contra la enfermedad. «Para mí supone un orgullo poder aportar mi granito de arena a la lucha contra esta enfermedad», explica la científica.

Hablar de investigación contra el cáncer en Castellón es hablar del doctor Ramón de las Peñas. Es jefe de Sección de Oncología Médica del Hospital Provincial de Castelló y presidente del Grupo Español de Tumores Huérfanos e Infrecuentes (GETHI). Actualmente es el investigador principal de seis proyectos, es el investigador principal de seis proyectos, uno de ellos sobre plataformas genómicas en tumores raros, que está apoyado por la Asociación contra el Cáncer de Moncofa. Además, destina los fondos que obtiene de sus estudios como investigador principal a proyectos que reviertan en el avance de la terapéutica clínica y en el mejor conocimiento de los tumores huérfanos. «Todos los pacientes con cáncer deberían poder tener más expectativas para su enfermedad, aunque sea de un tipo raro, por eso, es importante dar estas opciones», defiende.

De las Peñas batalla contra los cánceres infrecuentes (pese a denominarse así, suponen el 22% de los tumores diagnosticados) y el grupo que coordina el médico genetista y profesor de la UJI, Conrado Martínez, trata de ganarle la partida al melanoma. Integrado por tres investigadores de la Jaume I (el propio Martínez, Bárbara Hernando y Marta Gil) y cuatro especialistas en dermatología de los hospitales General de Castelló y la Plana de Vila-real (Gerard Pitarch, Laura Mahiques, Francisca Valcuende y Rosa Ballester), el grupo de investigación Genética del Cáncer de Piel y de la Pigmentación Humana (Melanogén) analiza los genes responsables del cáncer de piel más agresivo. Y entre sus últimos logros destaca la identificación de los cuatro genes responsables de la sensibilidad solar y vulnerabilidad ante el cáncer de piel en la población española, un avance que permite detectar el riesgo de una persona de desarrollar este tipo de tumor. «La investigación es esencial para plantarle cara al cáncer. Lo que pasa es que no nos podemos comparar con países como Alemania o Inglaterra. La diferencia es brutal. Nuestros medios y recursos son limitados», lamenta el genetista Conrado Martínez.

Y de la Universidad otra vez al Hospital Provincial, donde la Fundación impulsa y fomenta la actividad investigadora. La doctora Virginia Morillo lidera un equipo de radioterapeutas y radiofísicos integrado por Carlos Ferrer, Rodrigo Muelas, Agustín Santos y Jorge Bonaque y cuyo objetivo es el estudio personalizado de los tratamientos de radioterapia mediante el uso de la tecnología de impresión 3D. «Con esta nueva tecnología, el tratamiento se adapta con mayor exactitud a la anatomía del paciente pudiendo administrar de forma más precisa la radiación y así obtener un tratamiento individualizado que mejora y aumenta su calidad», describe la investigadora. Un proyecto que se desarrolla gracias a la concesión de ayudas por parte de la Conselleria de Innovación. Un equipo que ahora va a llevar a cabo un estudio sobre sarcomas gracias a la reciente donación de Sempre Avanti.