Las familias de la educación pública piden unas «vacaciones sin deberes». A apenas dos días para que acabe este curso, el martes, y se inicien las vacaciones de verano de los más de 90.000 alumnos de colegios e institutos de toda la provincia de Castellón, los padres reeditan la campaña, similar a las que ya han propuesto este curso, en Navidad y Pascua, para que «los niños y jóvenes disfruten de verdad de su tiempo libre, y, con ellos, sus familias».

Lo dice Raül Alós, nuevo presidente de la Confederación de AMPA Gonzalo Anaya de la Comunitat, en la que se integran las 220 asociaciones de FAPA Castelló, que pone el acento en que «los deberes, por pocos que sean, les quitan sus merecidas vacaciones, y a los padres, que les tienen que ayudar, y discriminan a los escolares que tienen una menor disponibilidad familiar».

Los padres se plantan, mientras los profesores han bajado el ritmo de las tareas, tal y como habían anunciado desde la Asociación de Directores de Primaria (aunque también hay quien da «indicaciones o recomendaciones» a los padres bien para repasar el curso que se deja atrás si alguna materia está floja o justa o para preparar el siguiente), y mientras la Conselleria no regula los deberes al final del curso. «Si nuestros hijos han trabajado bien durante el curso, ahora también derecho a un descanso y un tiempo para el ocio», señala.

No está en contra de «lecturas o determinados refuerzos, pero no sistemáticos», dice. «De lo contrario, no son vacaciones escolares», apostilla. «Generalizar las tareas para el verano no es bueno».

Cuadernos de verano

No obstante, aún queda un sector de padres, que, sin que se lo manden, busca que sus hijos repasen lo que tienen más flojo, o se habitúen a la lectura, hasta la vuelta al cole, el 11 de septiembre. Las ventas de los llamados cuadernos de verano, «siguen, pero han bajado», según Ismael Bonet, de la librería Argot de Castellón, que especifica que «muchas veces los padres piden por su cuenta un libro de refuerzo de matemáticas, inglés, cálculo o caligrafía». «Hay de muchos tipos y de todos los precios, de 2 a 13 euros, y mantienen a los niños activos estos dos meses y medio», explica Mauro Gómez, de Plácido Gómez.