El I Pla de producció ecològica de la Comunitat, que ayer presentó la consellera de Agricultura, Elena Cebrián, junto con el president Ximo Puig, recoge la posibilidad de crear una marca que permita amparar y potenciar la venta de clemenules ecológica castellonense. Lo hace en virtud de un epígrafe del tercer apartado, de los cinco de que consta el plan para fomentar este tipo de agricultura, ganadería e industria manufacturera vinculada.

Tanto es así que, desde el Consell ya han identificado, tras reunirse con empresas y expertos, «que hay demanda y no hay oferta» de este producto (solo se cultivan 59 hectáreas de cítricos ecológicos en Castellón), destaca la directora general de Desarrollo Rural y Política Agraria Común (PAC), Maite Cháfer. La marca se debería materializar bajo el paraguas de la IGP Cítricos Valencianos. En este sentido, Cháfer señala que ahora son las empresas las que deben dar el paso si quieren crear este registro diferenciado y así poner este proyecto entre las iniciativas a impulsar a partir del 2018, ya que no está incluido entre los 16 que el plan va a implementar en el 2017.

Y es que este plan, dotado con 78 millones de euros hasta el 2020, pretende multiplicar por 15 ó 20 la superficie ecológica cultivada en la provincia. «El objetivo --señala Cháfer-- es llegar al 15 ó 20% del total de superficie cultivada». En la Comunitat el porcentaje de extensión ecológica sobre el total está entre el 5 y el 6%, pero en la provincia es solo del 1%. «Castellón tiene más potencial de crecimiento porque tiene más territorio», indica.

No en vano, como destacó ayer Puig en la presentación, «para la Generalitat es una obligación potenciar la agricultura ecológica, ya que representa una oportunidad esencial para este sector». Por su parte, Cebrián resaltó que el plan no es «una apuesta aislada limitada al sector ecológico», sino que es un proyecto más amplio integrado en una «agenda agroalimentaria valenciana».