Dos de las figuras más prominentes de Castellón durante el siglo XX son sin duda los geólogos José Royo y Vicente Sos Baynat. El primero, que tuvo que exiliarse a Francia durante la Guerra Civil junto al escritor Antonio Machado, fue pionero en las excavaciones paleontológicas en la provincia y ocupó el cargo de subsecretario del Ministerio de Ciencia durante la II República, entre otros muchos reconocimientos. Por su parte, Sos Baynat, premio de Ciencias Naturales en 1957 y candidato al Príncipe de Asturias, fue nombrado Hijo Predilecto tanto de Castelló como de Mérida, y la UJI le reconoció como su primer Doctor Honoris Causa.

José Royo (i) y Vicente Sos Baynat, dos personajes ilustres de Castelló.

La trayectoria de ambos científicos merecería varios panegíricos, pero más que un artículo laudatorio, en esta ocasión relataremos una curiosa expedición que realizaron ambos castellonenses en 1937. Royo y Sos participaron ese año en el XVII Congreso Internacional de Geología que se celebró en la antigua URSS, lo que da buena muestra de la relevancia de ambos científicos, que emprendieron esta aventura cuando en España ya había comenzado el conflicto armado.

Para llegar a Leningrado —actual San Petersburgo—, Royo y Sos tuvieron que salir desde València, pues ya se estaba bombardeando Madrid. Volaron a Londres, y de la capital británica partieron en barco hasta Rusia en un duro viaje. Emplearon más de una semana en llegar a tierras soviéticas, donde permanecieron alrededor de un mes visitando los distintos pozos petrolíferos de la zona.

«En esa época la principal fuente de energía era el carbón, pero el petróleo comenzaba a ser demandado y en el Mar Caspio era abundante. Al margen de asistir al congreso y representar junto a Rafael Candel y Gabriel Martín a la geología española, fueron a aprender de los rusos sobre materia energética», destaca Manuel Canseco, apasionado de la ciencia y que ha prestado su abundante material a una recomendable exposición sobre el tema que se puede visitar estos días en el Planetario de Castelló.

Una recomendable visita

«En la muestra recogemos sobre todo fotografías de los dos geólogos en el congreso y se explica cuál fue su labor en la URSS. Para disfrutarla hay que invertir al menos media hora en leer la información con tranquilidad», destaca Carles García Simeó, coordinador de actividades del Planetario, que desvela otros atractivos de las instalaciones ubicadas en el Grau: «Ahora contamos además con una muestra de arte rupestre muy visual, otra de fotografía de astronomía y todos los fines de semana hacemos proyecciones y talleres infantiles para niños de 4 a 12 años con temática científica».

Mapa con el trayecto que llevaron ambos geólogos para llegar al Congreso Internacional de la URSS.

Volviendo a la antigua URSS, Canseco destaca las represalias que este viaje conllevaría para los protagonistas. «Royo se tuvo que exiliar. Primero a Francia, después a Colombia y por último a Venezuela, donde fallecería en 1961», asume el científico, que revela también «el exilio interior de Vicente Sos Baynat. Cuando acaba la guerra tuvo que viajar entre cajas de frutas en un tren a Madrid. Allí se esconde durante ocho años en la casa de una tía de su mujer, en una habitación que tenía una puerta que emulaba un armario para pasar desapercibidos. Royo y él eran almas gemelas».

Royo fue una institución en Colombia, donde participó en el Mapa Geológico del país y creó el Museo Nacional. Sos Baynat, por su parte, fue rehabilitado gracias a sus conocimientos en minerales, y concretamente en el estaño, pues trabajó en Mérida en una empresa de conservas que necesitaba de esta materia prima. «En Extremadura tuvo también muchos problemas, pues llegaron a llevarle ante la Justicia acusándole de masón y de rojo», relata Canseco, que conoció a en persona a este castellonense, del que destaca que «era una bellísima persona». Y es que por encima de títulos, premios y reconocimientos está el legado científico y humano que dejaron estos prohombres de Castelló.