La Cámara de Comercio de Castellón cerrará el 2019 con un superávit previsto de 272.261 euros, una cifra inferior a la proyectada en el presupuesto de la institución pero que sirve para consolidar una senda de resultados positivos que se alarga ya durante cuatro años. Así lo explicó su secretario general, Jesús Ramos, quien aseguró que la merma de ingresos se explica en buena medida por el descenso en los certificados de origen emitidos a las empresas.

En cualquier caso, el balance positivo supone dejar ya muy atrás los años en los que, tras la desaparición de las coutas camerales el 2010, la institución tuvo que afrontar un cambio de modelo para compensar la caída brusca de ingresos.

Esta situación se tradujo en cinco ejercicios consecutivos de pérdidas económicas, siendo el 2012 especialmente delicado, ya que el déficit fue de 2,8 millones de euros. A partir de entonces, la entidad fue reduciendo progresivamente sus gastos, que han pasado de los 6,9 millones de ese año a los 4,1 del actual ejercicio. Para el 2020, tanto Ramos como la presidenta de la Cámara, Dolores Guillamón, prevén que el superávit aumente ligeramente hasta superar los 300.000 euros.

Estas cifras, explicó la máxima responsable de la institución, deberían permitir que la de Castellón volviera a ser la «líder en resultados del conjunto de cámaras de la Comunitat Valenciana».

Además, Guillamón manifestó que la entidad ha sido, durante el presente año, «un arma eficaz para construir escenarios de oportunidades para todos» y ha liderado «las voces en defensa de mayores infraestructuras» para la provincia, en particular aquellas que, como el corredor mediterráneo, son claves para exportar más.