La crisis del coronavirus con todas sus restricciones ha provocado que los trabajos de jardinería en zonas verdes particulares se hayan desplomado en un 90%.

Así lo explica desde la asociación de jardineros de Castellón, José Ramón Herrero: «La mayoría de los clientes que tenemos no se decide a llamarnos porque aún no han ido a las villas y no han empezado a optar por hacer cosas en los jardines». Además, añade con la crisis del covid-19, «solo dejaban trabajar al autónomo, tampoco permitían acudir a los trabajadores, lo que nos ha fastidiado muchísimo», señala.

«Pasas por la mayoría de los sitios y están todos crecidos, los setos sin recortar, ha habido un abandono», refleja. Algo que no es culpa de los dueños, «porque tampoco han permitido entrar a la segunda vivienda y Castelló y la provincia la mayoría de jardines son de este tipo».

«Esperemos que a partir de ahora que se puede salir más a la calle se empiece a animar la gente porque estamos a expensas de eso». Además, advierte que no hacer tratamientos de insecticidas, podas, «las plantas son seres vivos y, si no llevas el mantenimiento que toque, cuando quieras hacerlo, el árbol ya estará muy brotado y costará más la puesta a punto».

«Ha bajado la actividad algo porque la gente mira mucho a quién deja entrar en casa», explica Bernabé López, quien señala que la jardinería en residencias privadas es lo que más ha caído, porque en empresas y fábricas se sigue manteniendo casi igual, aunque con normas de seguridad muy estrictas, explica este profesional que hace servicios «donde sea más necesario, fábricas, primeras y segundas residencias..»

Herrero se lamenta que no se ha dejado como una cuestión de «primera necesidad», sino que se ha optado por hacer más cosas de albañilería. Además. lamenta que los autónomos son los grandes olvidados en cuestión de ayudas. «Solo llegan a los grandes, nosotros las hemos solicitado y no nos las conceden», censura.

«A un trabajador les pilla por el Expediente de Regulación Temporal de Empleo. Pero si nosotros no salimos a trabajar no cobramos. Y no nos quieren contratar porque tienen miedo de no saber cómo va a evolucionar». H