Catedrático de Filosofía, profesor desde hace 31 años y director del IES Penyagolosa de Castelló durante 21, José Martí acaba de revalidar la mayoría absoluta como alcalde de Sueras, cuyo ayuntamiento lidera desde hace doce años. Es presidente de la Mancomunidad Espadán Mijares y de la Federación de Directores de IES de la Comunitat Valenciana. A partir de este viernes, después de que este mediodía sea, de hecho, elegido como presidente de la Diputación de Castellón, inicia una etapa que no es solo histórica para él, sino para su partido, el PSPV, que toma las riendas de la institución después de 24 años de gobiernos del Partido Popular.

--Es el primer gobierno del PSPV en 24 años consecutivos de ejecutivos del PP ¿cómo vive su protagonismo en este momento histórico de su partido?

--Como un gran honor y una gran responsabilidad, porque sé lo que significa que un alcalde de un pueblo pequeño de la Serra d’Espadà, como Suera, sea el máximo responsable de llevar adelante una institución tan importante para todos como la Diputación y recoja el testigo del último presidente socialista Francisco Solsona y de los distintos portavoces socialistas a lo largo de estos 24 años, personas muy próximas y estimadas para mí, y algunas de ellas muy directamente relacionadas con mi vida política y personal: el president de la Generalitat Ximo Puig, Enrique Navarro, Francesc Colomer, Toni Lorenzo, José Benlloch y Santi Pérez. Una gran responsabilidad porque mi designación, que ha contado con un respaldo en el socialismo castellonense, me obliga a no defraudar esa confianza.

--¿Cómo valora el modelo de Diputación que hereda tras 8 años de gestión de Moliner? ¿qué debilidades ve? ¿alguna fortaleza?

--Esta claro que la Diputación de estos ocho últimos años poco tiene que ver con la de otras épocas mucho más negras de la administración del PP. En la despedida del presidente Javier Moliner, todas las fuerzas políticas lo ponían de manifiesto. Ha habido cosas positivas, sin duda, para el alcalde de un pueblo pequeño como, el Plan 135, las Unidades de Respiro o las guarderías. Pero la gestión del PP también ha tenido debilidades: muchas veces se ha seguido actuando como un contrapoder de la Generalitat, también ha pervivido un cierto clientelismo y ha faltado apoyo a las mancomunidades, entidades que desempeñan un papel fundamental para garantizar los servicios en los municipios de interior.

--¿Qué opina de iniciativas como la cumbre anual de alcaldes o los premios a castellonenses que destacan por sus trayectorias? ¿las mantendrá?

--La cumbre de alcaldes fue una propuesta socialista y no sólo la mantendremos, sino que queremos dotarla de mayor contenido y participación. Los municipios, los pueblos son los verdaderos protagonistas y estarán en el vértice mismo de esta nueva diputación. La Diputación es una administración local y queremos que se la entienda no como un organismo supramunicipal, sino intermunicipal. Sobre el reconocimiento de los castellonenses que destacan en sus trayectorias profesionales, como alcalde he estado presente en todas las ediciones. Son temas que estudiará el equipo de gobierno, pero me parece una iniciativa positiva por razones educativas y pedagógicas. Nuestros jóvenes necesitan modelos de reconocimiento y autoestima y tenemos que dárselos. Proponer modelos de excelencia y de mérito en la ciencia, el deporte, la ayuda al desarrollo, la iniciativa empresarial, etc, siempre es positivo. Además, es un reconocimiento merecido y que puede ayudar también a impulsar el futuro de los premiados.

--¿Cuál es su modelo para la institución? ¿qué medidas serán las primeras en aplicarse?

--Como decía, en nuestro modelo de diputación los ayuntamientos serán los protagonistas. Somos administración local. Los ayuntamientos y también las mancomunidades son capaces de tomar sus propias decisiones, de trabajar desde su autonomía municipal. Nosotros vamos a estar ahí para ayudarles y llevar adelante sus proyectos. Será la Diputación de la concertación. La coordinación con la Generalitat también será uno de nuestros ejes centrales, la Diputación debe centrar su gestión en competencias que le son propias y no en las impropias y sobre todo debe ser una Diputación volcada con los pueblos de interior. La sociedad de Castellón ha de tener muy claro que aquí cerca, en esa maravilla que es el interior de Castellón, existe un grave problema de despoblación y tenemos que intentar solucionarlo. Estos dos grandes ejes se concretarán en iniciativas concretas como el aumento de los recursos directos a los municipios, la eliminación de organismos innecesarios y el aumento de la colaboración con el resto de administraciones para mejorar la eficiencia.

--Es el alcalde de un pueblo pequeño, Suera, ¿cuál es su receta para detener la despoblación?

--No es un problema fácil de solucionar. El desplazamiento de la población a grandes núcleos urbanos es un signo de nuestro tiempo y ocurre en todo el planeta. Pero yo creo que aquí en Castellón se dan condiciones para al menos plantar batalla y la implicación de las administraciones públicas es fundamental, empezando por el Gobierno central. Hay que desarrollar una fiscalidad que discrimine positivamente al que vive o invierte en municipios de interior, y hay que dar servicios, bienestar y calidad de vida a sus habitantes. Si a eso añadimos que en nuestro entorno las distancias no son insalvables y nuestro interior ofrece muchas posibilidades turísticas y en la gestión forestal creo que la batalla no está perdida. Vamos a lucharla.

--El PSPV no es favorable a las diputaciones ¿cómo gestionará ese criterio un presidente socialista de la Diputación?

--Nuestro partido es un partido vivo, el debate ha estado presente y en el partido socialista ha habido siempre posiciones diversas. Más allá de estos posicionamientos la Diputación es, si se me permite la terminología filosófica - cuestión de deformación profesional- un factum , un hecho, un positum, está ahí y, en mi humilde opinión y dada la gran fragmentación municipal que tenemos y el problema de la despoblación que sufrimos, debemos utilizarla como un mecanismo para enfrentar ese problema, y mejorar la calidad de vida de todos los castellonenses. Yo sí creo en la Diputación, pero en una que sea útil, que ofrezca servicios allí donde no están, que ayude realmente a pueblos y ciudades. Y no en una institución para repartir cargos o que se use para la política partidista. La política es para ayudar a las personas. Esa es la Diputación por la que quiero luchar.

--La relación de la institución ha vivido serios conflictos con la Generalitat valenciana en relación con competencias como el turismo o el deporte, así como por la gestión del Hospital Provincial ¿cederá las competencias a la administración autonómica?

--Lo decíamos, la coordinación con la Generalitat será un eje central de nuestro modelo de Diputación. Entre el entreguismo y la confrontación hay un amplio campo de juego. Ahí vamos a estar y de la creación de sinergias y de la coordinación Diputación - Generalitat se van a beneficiar todos nuestros ciudadanos. De eso se trata, y no del partido que gobierne.

--¿Qué mejoras introducirá para avanzar en la concertación con los ayuntamientos para que decidan en qué se invierte el dinero del que disponga la Diputación?

--Vamos a hablar con nuestros técnicos y contemplar medidas como la posibilidad de poner en marcha planes bienales, pero lo que tenemos claro es que desde su autonomía y, por supuesto, cumpliendo la legislación vigente, será el municipio el que decida en qué quiere gastar su dinero y cuáles son sus prioridades.

--Los socialistas han luchado para que se incluyera a todos los municipios entre aquellos a los que aporta recursos la Diputación ¿seguirán entrando los más grandes en el reparto?

--Por supuesto, la Diputación es la de todos y no nos vamos a olvidar del 80% de la población. Entre nuestros diputados electos hay una amplia representación de muchas grandes ciudades, que aportan muchos recursos y es justo que se retornen en inversiones y mejoras. También es verdad que nosotros somos socialistas y una parte esencial de nuestro ideario es la solidaridad con el que no tiene tantos recursos o sufre mayores necesidades. Estoy seguro que encontraremos puntos de equilibrio.

--En cuanto al equipo de diputados con el que cuenta para formar gobierno ¿cómo se plantea su gestión, la de las personas, después del conflicto interno que se ha vivido en el PSPV?

--Estos procesos levantan cierta controversia siempre, en todas las provincias y en todos los partidos. El conflicto no era de tanto calado como ha podido parecer a través de los medios: la propuesta para la presidencia fue apoyada por todos los diputados electos y en el comité provincial la elección para la presidencia con voto directo y secreto fue prácticamente unánime. No obstante, somos conscientes de que hay personas y territorios que no han quedado satisfechos, siempre he jugado la carta de la integración y del diálogo en el partido y lo haré también desde la presidencia. Vamos a tener cuenta a todas las ciudades, todos los territorios y todas las sensibilidades.

--Las dos alcaldesas que introdujo Ferraz en la candidatura, la de la Vall d’Uixó y Benicarló, lo son de poblaciones grandes ¿encajan en su modelo de diputación?

--Por supuesto que sí. Haremos una diputación de todos y para todos. Si en algún momento en todo este proceso se ha podido interpretar que hay una dialéctica de enfrentamiento entre ciudades y pueblos, es del todo irreal y perversa. Todos necesitamos de todos y las medidas que se pongan en marcha para frenar la despoblación benefician a todos, también a las ciudades de la costa. Sería terrible para toda nuestra provincia un interior despoblado y abandonado a su suerte.