L’Alcora cerrará la primera fase de la restauración de la Real Fábrica tras el verano. Así se constata tras el reinicio de la rehabilitación del edificio de los hornos árabes, que prevén culminar en septiembre. Estas obras pararon al declarar el estado de alarma.

La reforma en marcha incluye el cambio de cubierta de la antigua fábrica Azulejos BIC SL, contigua al inmueble. El espacio resultante es de unos 1.000 metros cuadrados, por lo que podrá ser utilizado como zona polivalente al servicio de las asociaciones, colectivos, centros educativos, y otras entidades socioculturales de la capital de l’Alcalatén.

AMPLIO RESPALDO // «El proyecto tiene un amplio respaldo de las instituciones públicas y del sector privado, algo que constata su gran importancia», señala el alcalde, Samuel Falomir. En este sentido, recuerda que tiene una inversión de 200.000 euros del Fondo Europeo de Desarrollo Regional (Feder), y que esta iniciativa se enmarca en el plan estratégico global de turismo de la Unión Europea para inmuebles de patrimonio cultural, y cuenta con aportaciones de la Generalitat, Diputación, Fundación Torrecid y Caixa Rural l’Alcora.

Los trabajos servirán para hacer visitable uno de los espacios de mayor importancia histórica y patrimonial de la manufactura condal. «La recuperación de nuestra joya permitirá diseñar una interesante oferta turística alrededor del rico patrimonio cerámico, industrial y natural, con la que esperamos atraer a muchos visitantes. Algo que, a su vez, repercutirá en beneficio de la economía local, la hostelería o los comercios», afirma el munícipe.

Al respecto, el primer edil señala que harán «un gran esfuerzo» cara a que el recinto sea un foco del turismo de proximidad, porque, dadas las circunstancias causadas por la crisis sanitaria, puede ser una de las salidas del sector. Asimismo, trabajan para lograr inversiones para seguir las fases de rehabilitación.