El ficus centenario de la plaza María Agustina se muestra más vulnerable a infecciones y enfermedades después de la severa poda que sufrió hace unas semanas. Así, lo explicó el profesor de la UJI en Jardinería, Jesús Albuixech, quien ya advirtió en Mediterráneo que la poda del árbol era excesiva.

"Se ha roto su estructura independientemente de los objetivos a conseguir por parte del Ayuntamiento. El aspecto actual daña a la vista. Además, como ha sufrido una agresión externa se encuentra más débil. Las zonas que se han cortado son foco de podredumbre y puede sufrir diferentes enfermedades a raíz de la agresión, si bien descarta que pudiera ocasionarle la muerte", añadió el profesor Jesús Albuixech.

En lo referente a las consecuencias de poda, Albuixech indicó que en unos cuantos meses el árbol volverá a brotar y se llenará de hojas. "Aparentemente habrá recuperado la salud, pero continuará igual. Se trata de un mecanismo de defensa a la agresión. Y las hojas serán de nuevo buen cobijo para los pájaros, incluso más que antes, porque le follaje será más intenso", manifestó.

Por otra parte, el experto también matizó que el valor económico del árbol también se ha visto afectado con la severa poda. Según un estudio realizado por el propio Albuixech sobre el ficus, en el año 1998, siguiendo la Norma de Granada, el ficus de la plaza María Agustina estaba valorado en más de 114.00 euros. "Está claro que ahora ha descendido su valor porque también se ha reducido su valor patrimonial", aseguró Albuixech, quien no se atrevió a tasar el ficus de la plaza María Agustina.

En este sentido, el experto señaló que este tipo de podas, más conocidas como de rejuvenecimiento, sólo se llevan a cabo cuando hay peligro de muerte para el árbol y es la única manera de salvarlos.