A estas alturas de mayo, en años anteriores ya había movimiento en las playas castellonenses con el montaje de los chiringuitos. Pero el decreto de alarma por el Covid-19 ha variado el paisaje de los arenales en este sentido, a expensas del avance de la desescalada.

No obstante, el tiempo apremia para los empresarios. La apertura de las playas está fijada para la fase 2 y los ayuntamientos todavía están a expensas de recibir las autorizaciones a los planes de explotación remitidos a Costas.

Uno de los más críticos con la situación es el alcalde de Moncofa, Wenceslao Alós. «Desde Costas se tiene que hacer un esfuerzo importante para que los merenderos y terrazas que dependen de esta concesión puedan ser adjudicadas de forma inminente. Son negocios de verano que tienen una fecha límite para desmontar», apuntó ayer Alós, que ha remitido un segundo plan de explotación para instalar los tres merenderos. El primer edil va más allá y pide que para cumplir las medidas de distanciamiento necesarias, se apruebe una ampliación de las terrazas y puedan mantener el aforo, que ayude al empresario a obtener beneficios.

Alós recordó que el senador popular Vicente Martínez Mus solicitó esta medida al Gobierno. Petición que igualmente demandó el presidente de la patronal Ashotur, Carlos Escorihuela.

En el caso de Benicàssim, el consistorio trata de intentar «agilizarlo» todo para que, una vez se pueda reabrir la playa, las cuatro instalaciones tengan el permiso para iniciar la temporada. Pero esperan la autorización.

En la playa de Burriana hay siete concesiones. Costas envió una solicitud al Ayuntamiento para conocer si hay ratificación de las solicitudes de los dos espacios que pertenecen a su dominio marítimo terrestre y el consistorio ya ha remitido la documentación y espera respuesta. «No hay una fecha establecida para su apertura, la previsión podría ser en junio, pero por el momento lo desconocemos», apuntó el edil de Urbanismo, Bruno Arnandis.

En Castelló, las cuatro infraestructuras previstas se encuentran pendientes del visto bueno del departamento gubernamental. «Aunque ya se había trabajado anteriormente al estado de alarma en el plan de explotación, todo queda sujeto a las nuevas instrucciones que se deriven del Gobierno y del Consell», indicaron desde el consistorio. Cabe recordar que la Asociación de Empresarios y Entidades Deportivas de las Playas de Castelló (Adepla) solicitó avanzar al 25 de mayo la apertura de negocios en los arenales, como en Andalucía.

Y la espera se repite en los municipios que habitualmente cuentan con estos recintos: desde Vinaròs, donde la intención del Ayuntamiento es que puedan instalarse dos en la playa del Fortí; a Benicarló, que quiere contar con la instalación en la playa de la Caracola, «pero no hay nada claro»; Almassora, que presentó la solicitud de autorización para sacar a concurso el pliego por 4 años y «aún no se sabe nada»; o Nules, que repetiría dos, en la zona del faro y en les Marines.

Informan I. Calpe.; E. Bellido.; M. Mira.; X. Flores.; y M. J. SÁNCHEZ.