El «escenario perfecto para acelerar la aparición masiva de mosquitos, que este año serán más agresivos». La combinación de lluvias, algunas de ellas torrenciales en muchos municipios, y el calor, con un aumento de las temperaturas generalizado que invita ya a pensar en el verano se han convertido en la última semana «en el caldo de cultivo ideal para precipitar los ciclos de reproducción de larvas», según explica Rubén Bueno, director técnico de Lokímica, que tiene adjudicado el control de esta plaga en numerosos municipios de Castellón.

Por ello, avanza que «se han activado todos los mecanismos de refuerzo de tratamientos y de vigilancia para ver, primero, cómo se absorbe la lluvia que ha caído, en las próximas 48 horas, y controlar las zonas donde la población de larvas es mayor, ante una previsión de que la plaga, con esta meteorología, va a ir a más en la provincia». «Si vuelve a llover se activarán nuevos focos», señaló.

Por ello, explica que se está actuando en Almenara, Xilxes, Moncofa, Nules y Burriana, o en Cabanes-Torreblanca, y algunas áreas de Vinaròs y Alcalà-Alcossebre, «monitorizando los puntos más conflictivos detectados previamente, sobre todo en marjales».

Y mientras, el temido mosquito tigre se ha instalado en la provincia, expandiendo sus colonias y afectando ya a 63 municipios --15 nuevos en el último año--, según los últimos datos de la Conselleria de Sanitat. «La vigilancia es intensiva, pero hay que alertar sobre todo al ámbito privado, a las segundas residencias, porque es allí donde se acumulan más focos de agua estancada», dice.

MÁS LLUVIAS

En Castellón, hay previsión de «pequeñas gotas frías, que pueden dejar hasta 100 l/m2 en algunos puntos cara a miércoles o jueves», según el catedrático de la Universitat d’Alacant Joan Olcina. «Vivimos la primavera más anómala de los últimos 34 años por el calentamiento polar y la aparición de una inusual lengua de aire caliente sobre el Polo Norte», dice.