La Unió de Llauradors criticó ayer que un año después de que lo solicitara y la Generalitat lo asumiera, «el anunciado y prometido lobi para defender los intereses de la agricultura de la Comunitat ante las instituciones comunitarias sigue sin ponerse en marcha y no existen noticias acerca del mismo». La organización recordó que el 3 de diciembre del 2018 reclamaba a la administración autonómica un grupo de presión permanente en Bruselas, dentro de las medidas para paliar la desastrosa campaña citrícola. Al día siguiente, tras una reunión con responsables de la Conselleria de Agricultura y del conjunto de este sector, hacían suyas las propuestas.

El secretario general de la Unió, Carles Peris, indicó que con posterioridad «se ha prometido y anunciado en reiteradas ocasiones ese lobi», aunque a día de hoy sigue sin saberse nada. Además, puso el ejemplo del anunciado paquete de ayudas por valor de ocho millones, como consecuencia de la crisis de la pasada campaña, «que no han recibido los citricultores ni recibirán», apuntó.

Peris comentó que la situación actual es «crucial, con una reforma de la PAC que afecta de lleno a los sectores agrarios valencianos y es una herramienta clave». A ello se le suman las medidas que se derivarán del conocido Green Deal (Acuerdo Verde) que liderará el vicepresidente ejecutivo de la Comisión Europea, Frans Timmermans, que supondrán una profunda renovación medioambiental en la Unión Europea y en la que el sector agrario valenciano «tiene mucho que decir».

Ante todos estos cambios la Comunitat «no puede quedarse al margen y el sector profesional agrario precisa de una interlocución continua y una defensa de sus postulados en la capital comunitaria», señaló Peris.

Para La Unió todavía se está a tiempo de consolidar esta propuesta, ya que estos retos de futuro que esperan al campo valenciano en las directrices de la política europea «son cada vez más relevantes y requieren de actuaciones decididas y eficaces» La entidad considera que la oficina de la Comunitat en la capital comunitaria dispone de un buen personal técnico y realiza una labor destacada, pero hay que apostar «por un liderazgo político que abra puertas en Bruselas, que tenga contacto permanente con la Comisión Europea, Parlamento Europeo e instituciones».