Mantener las desaladoras de la provincia no es barato. De hecho, aunque aún no han entrado en producción (y tardarán bastante en hacerlo) ya cuesta millones. Concretamente, una empresa, Pavagua Ambiental SL, cobrará durante dos ejercicios casi 1,4 millones al año en virtud del contrato de operación, mantenimiento y vigilancia de la planta de Moncofa. Y eso que, al menos hasta marzo del año que viene, la planta no entrará en funcionamiento, según aseguran fuentes de Acuamed y como recogió el jueves este periódico.

Pavagua Ambiental ya está cobrando en virtud de este contrato. Comenzó a hacerlo en cuanto se formalizó, en noviembre del año pasado. Y, según consta en el pliego por el que salieron a concurso estos trabajos, la compañía cobrará un fijo mientras la planta no entre en funcionamiento. Posteriormente sumará otras cantidades cuando comience a producir agua. Este es el modo habitual de proceder en Acuamed.

El caso de la desaladora de Cabanes-Orpesa es diferente. Según ha podido saber este diario, todavía son las empresas constructoras (Técnicas Reunidas, Ionics Ibérica, Torrescámara y Cía de Obras, y Constructora Hispánica se hicieron con el contrato por 52 millones de euros) las que se encargan ahora del mantenimiento. Lo harán hasta septiembre, cuando caducan los tres años de mantenimiento previstos.

Entonces se deberá adjudicar un contrato similar al de Moncofa para vigilar la planta. El vínculo debe incluir la puesta en producción de la infraestructura, para el caso de que esta deba comenzar a producir agua, aunque de momento los ayuntamientos que firmaron los convenios de abastecimiento no la solicitan.

plazo de un año // Así lo plantea ya el documento de Moncofa. De hecho, el pliego señala que debería ser el próximo mes de abril cuando entrase en funcionamiento a un 10% de su capacidad. Pero no será así. El Gobierno no está obligado por Europa a poner en marcha las dos plantas provinciales hasta marzo del 2019, según el último plazo que se le ha facilitado para no tener que devolver las ayudas que, en virtud de los Fondos Feder, llegaron para materializarlas.

Así las cosas, hasta que Europa no obligue a la puesta en marcha; o hasta que los consistorios no soliciten agua de las plantas ninguna de las dos entrará en funcionamiento (más allá de las acciones necesarias para su mantenimiento), al contrario de lo que está sucediendo con desaladoras de otros puntos, como las de Murcia y Alicante, que incluso amplían capacidad. De momento, Pavagua Ambiental cobrará durante dos años por vigilar y mantener la planta de Moncofa. Y el contrato puede ser prorrogado durante dos años más.