La alcaldesa de Castellón, Amparo Marco, augura que el 2019 «será un año decisivo» para la «transformación» de la ciudad, ya que el objetivo es «alcanzar el mayor grado de cumplimiento del programa de gobierno del Pacte del Grau» en lo que queda de legislatura, con actuaciones como la aprobación del plan general o la inversión en infraestructuras.

Marco destacó que «las concejalas y concejales con responsabilidades de gestión están ultimando los proyectos pendientes para posibilitar que sean una realidad en los próximos meses». «El Pacte del Grau es nuestro contrato con la ciudadanía. Firmamos un documento que sintetizaba el anhelo de cambio y la voluntad de transformación de la ciudad tras un periodo de 24 años de desgobierno», manifestó.

El tramo final del mandato, detalló, permitirá avanzar en el nuevo plan general, «que restituirá la legalidad urbanística tras la anulación del PGOU en el 2008, durante el gobierno de derechas». A ello se unirá la ejecución de un paquete de inversiones urbanísticas, entre las del presupuesto municipal y las financiadas con fondos europeos Edusi, que supondrán una inyección de 20,2 millones de euros hasta el 2022.

más proyectos // Otras actuaciones están en fase de desarrollo, como el corredor medioambiental del Río Seco, con el nuevo puente que coserá la zona oeste; la mejora de la seguridad vial en el Camí la Plana, las remodelaciones de las plazas Josefina López y el parque de la Panderola en el Grao o el Parque Agrario. El proyecto técnico de rehabilitación de los antiguos juzgados de Borrull está terminado, el centro sanitario del Raval Universitario que promueve la Generalitat está a punto de comenzar y la estación intermodal de mercancías será una realidad a medio plazo, manifestó la alcaldesa.

El presupuesto del 2019 «mantendrá el apoyo a las políticas de promoción económica y al reforzamiento de los programas de empleo, que en los últimos cuatro años han experimentado un incremento de un 650%», así como la línea de ayudas sociales.

En el área social destacó la recuperación de la teleasistencia y la ampliación del centro de alzhéimer La Pineda, cerrado en el 2012 por el gobierno anterior, y la reconversión de la Casa de Cultura en un centro para el envejecimiento activo.