El nuevo Plan Marruecos Verde II supondrá un fuerte espaldarazo a las crecientes previsiones de exportaciones citrícolas, entre otras, del Reino Alauita a mercados hasta ahora bloqueados al negocio naranjero de la Comunitat Valenciana como Estados Unidos (que mantiene los aranceles) y Rusia (con veto a las importaciones de la Unión Europea desde agosto del 2014). En esta última campaña Marruecos ha enviado 100.000 toneladas de agrios a Estados Unidos, frente a cero de las empresas españolas debido a las barreras impuestas por el presidente Donald Trump.

El ambicioso programa agrario de esta nación del Magreb, que incluye inversiones de casi 10.000 millones de euros para transformar en tierras de regadío unas 510.000 hectáreas, se produce en plena competencia con otros países de la cuenca del Mediterráneo -además de Sudáfrica- dada la veloz carrera por colocar sus naranjas y mandarinas en el viejo continente, además de otros productos hortícolas. Tras conocer la nueva estrategia Generación Green 2020-2030, junto al plan de desarrollo del sector de aguas y bosques denominado Bosques de Marruecos, presentados la semana pasada por el ministro de Agricultura de Marruecos y el rey Mohamed VI, las distintas organizaciones agrarias advierten de los «serios riesgos» para el campo «si Bruselas y Madrid no garantizan una competencia leal».

Para el secretario general de AVA-Asaja, Juan Salvador Torres, «el problema es garantizar que Marruecos coloque sus productos en la UE en las mismas condiciones fitosanitarias que España», explica. Con todo, advierte de que el trato preferente de esta nación con Estados Unidos y la Unión Europea, ambos con acuerdos comerciales preferentes, seguirá perjudicando los intereses citrícolas españoles.

En parecidos términos, el secretario general de la Unió de Llauradors, Carles Peris, destaca la «laxitud» del pacto entre la UE?y Marruecos y demanda el «cumplimiento estricto» en materia fitosanitaria y laboral, reciprocidad fitosanitaria y controles de residuos activos en los puertos de salida. «Es necesario garantizar la transparencia», apunta. «Marruecos ha avanzado comercialmente con sus envíos de cítricos a Rusia y EE UU en estos últimos años. Pero España sigue exportando a los mismos mercados. No avanza», lamenta Carles Peris.

Por su parte, Cooperatives Agro-alimentàries subraya las «enormes inversiones que consigue un modelo agrario, como el de Marruecos, mientras el de la Comunitat sigue pendiente de, entre otras reformas, transformar su minifundismo».