Alrededor de 33.000 musulmanes afincados en la provincia de Castellón iniciaron ayer la celebración del Ramadán, el mes sagrado de los musulmanes, que se prolongará durante estas semanas. Además, este año coincide con la máxima duración del día y en un contexto de altas temperaturas. Para mejorar la atención sanitaria a los fieles musulmanes diabéticos que siguen el Ramadán, la Conselleria de Sanidad ha difundido una guía orientativa para que pueden registrar sus niveles de azúcar y para permitirles un mejor seguimiento del ayuno sin poner en riesgo su salud.

En la provincia hay 23 oratorios, uno de reciente creación, en Santa Magdalena de Pulpis, distribuidos por distintas comarcas, con mayor presencia en el norte y en la zona de la Plana.

Además del ayuno y la oración, el Ramadán constituye un proceso de reflexión espiritual y mental en el que los fieles deben recapacitar y aprender a ser mejores personas, en donde los valores de la tolerancia y, en definitiva, la buena conducta deben estar más presentes si cabe en su vida.

Aunque este año la comunidad islámica solicitó adaptar el horario de exámenes al Ramadán, no se ha obtenido respuesta. En el caso de Selectividad no existe ningún cambio y las decisiones se han dejado a criterio de los propios profesores. H