Los médicos de familia decidieron la pasada primavera protestar para denunciar la saturación que se vive en las consultas de los centros de salud por la falta de personal. Una situación que lleva a algunos profesionales a atender a un elevado número de pacientes diarios y alarga hasta más de una semana las citaciones en atención primaria. Ante el malestar generado y la saturación en los ambulatorios, la Conselleria de Sanidad anunció un plan de contrataciones de facultativos que, hasta la fecha, está pendiente de aplicarse en su totalidad. Mientras desde Sanidad guardan silencio sobre la incorporación de estos refuerzos, el principal sindicato médico, CESM-CV, ya ha anunciado que se prevé «un otoño caliente» en cuanto a protestas sanitarias se refiere.

«Nosotros ya dijimos que no van a poder llevar a cabo todo el plan porque faltan profesionales en atención primaria. El presupuesto está, pero los médicos no», insiste el portavoz de CESM-CV, Andrés Cánovas. Diversos factores influyen en la escasez de médicos. Por una parte, las insuficientes plazas de médicos residentes (MIR) que convoca el Ministerio cada año, aunque otra que también está encima de la mesa es la marcha de estos profesionales no solo fuera de España sino también, y en gran medida, a otras provincias por una cuestión de remuneración.

La Comunitat está a la cola en los sueldos, solo por delante de Ceuta y Cataluña. De media, un médico de familia en la provincia cobra entre 35.000 y 40.000 euros brutos al año, dependiendo de las guardias, mientras que por ejemplo en Murcia la retribución anual es entre 8.000 y 9.000 euros superior. Otro dato relevante. Las guardias en Castilla-La Mancha se pagan a 27 euros, frente a los 23 de aquí.