El delegado del Gobierno en la Comunitat Valenciana, Juan Carlos Moragues, destacó ayer que para la economía es “básico” un “entorno de estabilidad, sosiego y de paz” y pidió a los políticos “altura de miras, generosidad y responsabilidad”. Asimismo, apuntó que el president de la Generalitat, Ximo Puig, es “cautivo y rehén de las voluntades y deseos” de sus socios de gobierno, Compromís y Podemos, que son los que “marcan las pautas de la acción política del Consell”.

Unas declaraciones que provocaron las críticas de los socialistas. El vicesecretario general y de Organización del PSPV-PSOE, Alfred Boix, respondió a Moragues diciéndole que quien “es rehén del despilfarro y la corrupción es el Partido Popular y él mismo”.

Boix acusó al popular de “hacer política partidista” y de lanzar “acusaciones infundadas”.

El delegado del Gobierno realizó estas declaraciones al ser preguntado sobre la necesidad de renovar el Pacto del Botánico, como han planteado en los últimos días tanto el propio Puig, como el líder de Podemos en la Comunitat, Antonio Montiel, y la vicepresidenta del Consell y coportavoz de Compromís, Mònica Oltra.

“Quiero que no lo estropeemos después del trabajo y esfuerzo realizado. No es momento de dar pasos atrás, no tiremos todo por la borda”, agregó Moragues. H