La moto se abre camino en las calles de Castellón. Sus fans ya se cuentan por millares y quienes las conducen solo hablan maravillas: permiten desplazamientos rápidos por la ciudad, gastan poco combustible y, lo más importante, no hay que dar vueltas y vueltas para aparcar. Tampoco hay que pagar. Estas y otras muchas razones (cada motorista tiene las suyas) explican el porqué del auge imparable del mercado de las dos ruedas en la provincia, hasta el punto de que durante el año pasado se matricularon un 21,2% más. Y subiendo.

Que las motos abren gas en Castellón lo demuestran los últimos datos del parque móvil que maneja la Dirección General de Tráfico (DGT) y dibujan muy a las claras cómo ha sido la evolución del número de vehículos de dos ruedas a motor que circulan por Castellón. En el 2009, en la provincia se contabilizaban 31.064 vehículos de este tipo. A finales del 2015 eran 35.274. O dicho de otra manera: en seis años, el parque de motos ha crecido un 3%. Y otro apunte más. De las 31.000 motos, 12.000 están en la capital.

Hay más motos que nunca en las calles de localidades como Castellón, Vila-real, Burriana o Vinaròs porque cada día los concesionarios venden más. Tras unos años con cifras a la baja (del 2008 al 2014 las ventas se frenaron, igual que sucedió con los turismos y todoterrenos), el mercado se recuperó con fuerza en el 2014 y en el 2015 volvió a hacerlo. Un ejemplo. Solo durante el último año se matricularon en la provincia 1.006 mototocicletas, un 21% más, según datos de la Asociación nacional de empresas del sector de las dos ruedas (Anesdor). Y la tendencia al alza continúa este año. Durante el primer trimestre las matriculaciones han ascendido a 208, un 8,9% más que en el mismo periodo del 2015.

José María Riaño, secretario general de Anesdor, asegura que el aumento en las ventas (tanto en el conjunto de la Comunitat como a nivel nacional los datos también son muy positivos, con alzas del 10,2% y del 19,5%, respectivamente) se sustenta en el esfuerzo comercial de las marcas, la mejora de las expectativas económicas y en el hecho de que cada vez son más ciudadanos los que eligen la moto como su medio habitual de desplazamiento. “Lo hacen, principalmente, por razones de movilidad, en tanto que la moto reduce los tiempos de desplazamiento entre un 50 y un 70%. Además es más fácil de aparcar y es más económica en la compra y en el mantenimiento, respecto a otros vehículos motorizados”, argumenta.

EL PERFIL DEL MOTORISTA // Pero, ¿quién se compra una moto ahora en Castellón y para qué la quiere? En los establecimientos especializados hablan de un tipo de cliente muy definido. Se trata de un hombre joven de entre 30 y 45 años. “Busca un segundo o incluso un tercer vehículo y lo quiere para desplazamientos por la ciudad. La compra sobre todo porque necesita llegar rápido a los sitios y no poder tiempo buscando aparcamiento”, coinciden en las tiendas consultadas. Las mujeres que conducen una moto todavía son minoritarias, aunque poco a poco las distancias van siendo menos abrumadoras.

Aunque hay modelos y precios para todos los gustos, por lo general quien compra una moto de 125 cc en Castellón (las scooters con esta cilindrada representan más del 70% de las ventas) invierte entre 2.500 y 3.000 euros. “Las hay más económicas, pero la media está en 3.000”, coinciden. H