El coronavirus lo va a cambiar absolutamente todo, y la forma en que disfrutaremos de las playas de Castellón no escapará a las restricciones. El plan de desescalada trazado por el Gobierno central prevé la apertura de los arenales a partir del 8 de junio, cuando entre en vigor la tercera fase. Las condiciones todavía no se han precisado, pero a estas alturas a nadie se le escapa que, cómo mínimo, se mantendrán las medidas de distanciamiento social, lo que augura un verano atípico. Y complicado.

A poco más de un mes del inicio de la temporada, los municipios se afanan en tener listas unas playas que la borrasca ‘Gloria’ destrozó a finales de enero. Tras un parón de seis semanas, la Dirección General de Costas ha anunciado que la próxima semana reanudará los trabajos en buena parte de los municipios del litoral, aunque algunos ayuntamientos ya se han puesto manos a la obra y han empezado a acondicionar sus playas y paseos marítimos. El tiempo es oro.

En Benicàssim, por ejemplo, esta misma semana los operarios municipales han iniciado la rehabilitación de las bases y módulos para personas con movilidad reducida «que el temporal destrozó, aunque seguimos a la espera de las pasarelas que la Generalitat todavía no nos ha proporcionado», explica Elena Llobell, concejala de Playas

Peñíscola, por su parte, ya ha solicitado un préstamo para poder destinar más de dos millones de euros a distintos trabajos, tanto en la costa norte, como en la costa sur, mientras que el Ayuntamiento de Orpesa ha empezado ya con las obras de reconstrucción del paseo marítimo de Morro de Gos. En Vinaròs, el consistorio también ha tomado cartas en el asunto (ha actuado en las playas del barranco Salines, en Cala Puntal o Fora Forat) a la espera de que en los próximos días Costas actúe en la zona desde la desembocadura del río Cèrvol hasta la zona de la Punta de Els Cossis, donde hay previsto la construcción de una escollera.

MUNICIPIOS A LA ESPERA

Mas al sur, en Moncofa, el Ayuntamiento sigue sin tener noticias de Costas. «Desde el consistorio vamos a invertir más de 50.000 euros en reparar todos los daños, que Costas ha comunicado que tenemos que arreglar, aunque son infraestructuras que están dentro del deslinde del Ministerio», avanza el alcalde Wenceslao Alós. En Almenara, cuyo litoral es uno de los que más sufrió en su momento los estragos de ‘Gloria’, también están a la espera de que Costas mueva ficha y, mientras lo hace, es el Ayuntamiento el que actúa.

Información elaborada con la colaboración de Xavi Flores, M.J. Sánchez y M. Sánchez.

¿CÓMO SERÁN LOS BAÑOS?

Los municipios trabajan a destajo para que las playas estén listas, pero hay otras muchas incógnitas. ¿ Habrá que guardar turno para darse un chapuzón este verano en la playa? ¿Qué separación deberá hacer entre toallas? De momento, los alcaldes de la costa de Castellón tienen muchas más preguntas que respuestas. Todos están a la espera de que el Gobierno regule cómo serán los baños y la estancia en los arenales en toda la costa española, aunque algunos ayuntamientos de la provincia ya han anunciado que, además, pondrán en marcha toda una batería de medidas complementarias.

Orpesa va a activar un plan para dotar de la máxima seguridad a sus playas y los arenales contarán con una nueva regulación de accesos que permitirá el distanciamiento y seguridad adecuados. «Dichos accesos facilitarán la entrada y desalojo de los usuarios mediante un sistema alterno con las debidas indicaciones verticales y horizontales y la franja más cercana al litoral, que es utilizada para el paseo por los bañistas, se balizará para que, esta actividad se pueda realizar cumpliendo siempre con el distanciamiento», asegura la alcaldesa, María Jiménez.

En Peñíscola, el consistorio que dirige Andrés Martínez quiere sacar informadores a la calle con el objetivo de ayudar y orientar a los turistas y bañistas en el cumplimiento de las normas de seguridad.

En Alcalà-Alcossebre, la concejalía de Turismo está estudiando posibles escenarios que irían desde playas con aforos controlados, donde solo se permita un baño rápido, sin duchas ni lavapiés, hasta limitaciones en los accesos. «De momento no hay nada concreto y nos adaptaremos a lo que marque el Gobierno», dicen en el Ayuntamiento.