Junto a la incertidumbre sobre el futuro de la cogeneración y el encarecimiento del precio del gas, la tercera pata de la preocupación del sector azulejero con el aumento de los costes energéticos es que la nueva normativa europea de comercio de emisiones se prevé «más restrictiva», según fuentes de la patronal azulejera Ascer, lo que supondría otro sobrecoste para las firmas del Tile of Spain.

Ya la norma actual ha encarecido el precio del CO2 para las compañías cerámicas, pues en el 2018 el coste se incrementó hasta los 11 millones de euros, lo que supone que en solo 12 meses casi se triplicó con respecto a los cuatro millones que las empresas abonaron durante el 2017.

El nuevo plan europeo de reducción de emisiones apuesta por encarecer el precio de la contaminación en dos fases entre el 2020 y el 2030. Pues bien, Ascer calcula que el impacto del primer periodo (que abarca hasta el 2025) «podría oscilar entre los 16 y los 30 millones de euros anuales».

El secretario general de Ascer, Pedro Riaza, explicó en una de sus últimas comparecencias que «cualquier incremento de los costes energéticos va en contra de la competitividad» del clúster cerámico. Sobre esta cuestión, y a nivel comunitario, la patronal Cerame-Unie exige «igualdad» frente al resto de países fabricantes cuyos productos se venden en la Unión Europea.