El presidente de la Federación Católica de Asociaciones de Padres de Alumnos Concapa Castellón, José Antonio Rodríguez, se ha mostrado en contra de que se rebaje la ratio a 23 niños por aula, como ha pasado en Castellón, Vila-real, Nules y Burriana, porque «la decisión no se ha tomado por motivos educativos, sino para llenar las aulas de colegios públicos vacíos a costa de los concertados». Así se expresó ayer respecto a la decisión de la patronal Escuelas Católicas de recurrir la orden 19/2017 del 17 de mayo de la Conselleria por la que se rebaja de 25 a 23 el máximo de niños por clase en Infantil --3 años- en públicos y concertados.

Rodríguez indica que la rebaja de las ratios «no se ha hecho para mejorar la calidad educativa, sino porque hay clases vacías en colegios públicos». «Esto provoca que niños que querrían entrar en un centro concertado no puedan, por lo que claramente, esta es una medida que va a perjudicar a la concertada y que provoca un trasvase a la pública». Recuerda que «este año la lista de espera en estos colegios fue impresionante». Por ello, Rodríguez lamenta que «se haya judicializado la educación», ya que «las familias necesitan tranquilidad».

El presidente de Concapa Castallón dice que cuando el PP subió la ratio de 25 a 30 «solo fue aplicable en el 95% de los concertados, que eran los que, al tener los edificios más antiguos, podían cumplir con el requisito de tener 1,5 m2 por alumno en las aulas», mientras que «un número muy pequeño de centros públicos cumplía este requisito».

Por contra, la Federación de Asociaciones de Padres de Alumnos FAPA Castelló Penyagolosa, mayoritaria en la pública, defiende la rebaja de las ratios a 23. «Nos parece una medida siempre positiva», señala Silvia Centelles, su presidenta. «Así, Conselleria evitan medidas como tener que recortar líneas, porque si en una población hay menos niños para escolarizar de 3 años, en vez de cerrar aulas, lo que hacen es disminuir la ratio», señala.

Raúl Alós, presidente de la Confederación Gonzalo Anaya, lo apoya. «Nos parece muy bien, tendrían que rebajarla más», señala, aduciendo que «siempre hemos reivindicado menos alumnos por aula como una mejora de la enseñanza, ya que más medios humanos debe traducirse en mejor servicio a nuestros hijos».

Centelles señala, asimismo, que «Escuelas Católicas está en su derecho de recurrir si hay algo que no les parece bien».