El perfil del trabajador autónomo es el de un hombre, de entre 40 y 54 años, sin asalariados a su cargo, que realiza su actividad en el sector servicios, con más de cinco años en su negocio y que cotiza por la base mínima. Así se desprende de un informe elaborado por el Ministerio de Empleo, que revela que el 86,1 % de los autónomos personas físicas no supera la base mínima de cotización (que en la actualidad está en 893,10 euros).

Según los datos de Empleo, en España hay 1.973.028 autónomos personas físicas, es decir, que no están integrados en sociedades mercantiles, cooperativas y otras, ni son colaboradores familiares, ni forman parte de otro colectivo especial de trabajadores.

A partir de los 55 años, según este estudio, el 29,8% de trabajadores por cuenta propia cotiza por una base superior a la mínima, un hecho que relaciona directamente con la proximidad a la edad de jubilación. Los Presupuestos Generales del Estado para 2017 contemplan un incremento del 3% para las bases mínimas de los trabajadores por cuenta propia que, de prosperar, la situaría en 919,8 euros.

Esto supondría elevar la cuota mínima que pagan estos trabajadores por cuenta propia en unos 8 euros, desde los 267 euros actuales, hasta rondar los 275, según cálculos de la asociación de trabajadores autónomos ATA.