Cazadores y agricultores han detectado un repunte de la superpoblación de conejos y jabalís, debido a la paralización de la caza y por la menor presencia de personas en el territorio, consecuencia de la cuarentena por el covid-19, que provoca que los animales salgan y ocupen nuevos espacios. Así lo denuncia la Unió de Llauradors, que alerta de daños.

Carles Peris, secretario general de la Unió, explica que en Castellón hay zonas como la Vall d’Uixó donde se están dando problemas con el conejo; mientras, en Onda y l’Alcora, Vila-real Burriana, en fincas cercanas a cauces, se están detectando incidencias puntuales con jabalí, y en la Plana Alta, con ambas especies

Son áreas, explica, donde ya de normal se estaban dando las dificultades más importantes. Por ello, pedirán que una vez pase el confinamiento, se abra la temporada y haya controles oficiales. El presidente de la delegación provincial de caza constata, Pablo Molina, constata que con este parón de la actividad cinegética, se ha incrementado la presencia de animales silvestres en zonas urbanas como jabalís y cabras. Además, recuerda que 18 poblaciones castellonenses sufren sobrepoblación cunícola.

Ante esta situación, campan a sus anchas y sin ninguna solución produciendo daños en las zonas afectadas. Este hecho, afirma el delegado provincial, ya se le ha trasladado a la Administración para buscar soluciones.