Otra amenaza en ciernes para el campo de Castellón, sobre todo para el sector citrícola, debido a una nueva plaga que va extendiéndose desde el sur, por la Plana Baixa. Se trata del cotonet de les Valls (Delottococcus aberiae) cuyo origen en Sudáfrica y que ya cuenta con focos problemáticos en los términos de Betxí, la Vall d’Uixó y les Alqueries, además de amplias zonas del Camp de Morvedre y Camp de Túria (Valencia) tras detectarlo en el 2009.

La Asociación Valenciana de Agricultores (AVA-Asaja), con cerca de 20.000 asociados en la Comunitat Valenciana, acaba de hacer público un estudio técnico en el que concluye que el impacto de este insecto en la campaña citrícola 2020-2021 superará los 113 millones de euros en pérdidas directas (78,7 en la provincia de Castellón, 31,5 en Valencia y 3,6 en Alicante). En cuanto al volumen de producción, la asociación prevé un total de 380.000 toneladas de mandarinas y naranjas perdidas en el campo y que, por tanto, no serán aptas para su posterior comercialización.

REIVINDICACIÓN

El presidente de AVA, Cristóbal Aguado, acusa al ministro de Agricultura, Luis Planas, de inacción. «Cuando la Unión Europea consumó su amenaza de no renovar el uso del metil clorpirifo (la única materia activa que funcionaba contra este cotonet), el ministro volvió a demostrar su inoperancia y ni siquiera peleó ante Bruselas para ampliar el periodo de gracia en esta campaña», denuncia. «Lo único que tenemos son medidas experimentales que, según los expertos, tardaremos años en saber si son eficaces o no», rubrica.

AGRAVIO COMPARATIVO

José Vicente Guinot, presidente de Fepac-Asaja Castellón, habla en términos muy parecidos. «Pedimos una prórroga de dos meses al Ministerio en el uso del metil clorpirifo para afrontar con tranquilidad esta campaña, pero no nos la dieron. Así, mientras está entrando producción de otros países tratados con este insecticida, como Sudáfrica, a nosotros nos dieron otros productos como alternativa que son mucho más caros y más ineficaces, lo que nos va a representar un importante descenso en nuestra producción», dice.

Carles Peris, secretario general de la Unió de Llauradors, lamenta el «escaso control de las producciones de terceros países que ahora afectan a los bolsillos maltrechos de los citricultores». De ahí que subraye que es «imprescindible un control en origen de las importaciones y el tratamiento de frío para las mismas». «De lo contrario, auguramos que esta plaga no será la última que ocasione un coste público elevado y mine también el bolsillo de los agricultores de Castellón», matiza el responsable de la Unió.