Los grupos de la oposición, PP y Ciudadanos, están en contra de prorrogar los presupuestos de la Comunitat y exigen al Botànic unas cuentas nuevas, dignas, pues ven que lo contrario sería un «fracaso». El Consell, por su parte, tomará una decisión la semana próxima --ya sabiendo que el Consejo de Ministros aprobó el viernes una previsión de ingresos al alza para la Comunitat: 460 millones de euros, para afrontar impagos; y 635 millones por la liquidación--. Si elige la opción de elaborar unas nuevas cuentas, debe ser antes del 30 de octubre.

USO PARTIDISTA / La presidenta del PPCV, Isabel Bonig, opinó que una prórroga sería «una mala noticia» y «el fracaso de Puig y su Gobierno». Además, denunció los recortes y al presidente estatal en funciones, el socialista Pedro Sánchez, por un «uso partidista» respecto al dinero que el Estado ha anunciado para la Comunitat de entregas a cuenta, pues es lo que «toca a los valencianos».

Por su parte, el síndic de Ciudadanos (Cs) en la Comunitat, Toni Cantó, criticó que, si se prorrogan las cuentas del 2019, estas son «ficticias y un parche», pues «el Consell se las inventó e infló; y no son suficientes. Ojalá algún día los valencianos tengamos los presupuestos que merecemos, mientras PP y PSOE siguen manteniendo privilegios fiscales de unas comunidades sobre otras».

Desde el PSPV, su vicesecretario general, Manuel Mata, admitió que la prórroga es «una posibilidad», ante la «dificultad de elaborar las cuentas autonómicas sin saber los números del presupuesto estatal (y siendo el 10 de noviembre elecciones generales). Opinó que las cuentas del 2019 son ya expansivas y habría margen para hacer lo necesario para la Comunitat. Por Unides-Podem --que el viernes apostó por otro presupuesto--, su portavoz en les Corts, Naiara Davó, solo dijo ayer que espera que el president Ximo Puig se mantenga «muy firme» ante Sánchez y reivindique la financiación. Exigió a Sánchez que «compense» a València y tome nota del éxito del Botànic (PSOE, Podem y Compromís).