Haga una prueba. Salga a dar un paseo por calles como Alloza, Ruiz Zorilla o Colón en Castellón y cuente cuántos locales comerciales están vacíos. Haga lo mismo, pero esta vez en la avenida Francesc Tárrega de Vila-real o en la calle Santo Tomás y plaza Jovellar de Vinaròs. En todos esos viales hay decenas de plantas bajas con el cartel de Se alquila. La crisis primero y el auge del comercio por Internet, después, han llevado a muchos pequeños comerciantes a bajar la persiana, y en muchos casos nadie está dispuesto a ocupar los establecimientos que quedan fuera de lo que se conoce como la Milla de Oro de cada municipio. Un dato: solo en la capital existen unos 500 bajos comerciales sin ocupar y, lo peor de todo, es que muchos llevan varios años en la misma situación.

Pese a que la reactivación del consumo es un hecho y hay decenas de emprendedores que siguen apostando por abrir su propio negocio, la realidad en Castellón que es la oferta de locales sigue siendo muy superior a la demanda. «Hay unas pocas calles que funcionan muy bien y el número de locales vacíos es prácticamente cero. En el caso de Castellón estamos hablando principalmente de Enmedio, desde Quatre Cantons a la Puerta del Sol; O’Donnell y la calle Mayor, desde Santa Clara a la plaza la Paz. Estos tres tramos son los considerados prime y un local de 100 metros cuesta perfectamente 3.000 euros al mes, una cantidad que solo está alcance de grandes marcas y franquicias», argumenta Tomás Marco, gerente de la inmobiliaria Marvic en Castellón.

Descontando estas tres zonas de la capital, que pueden presumir de estar al completo, la retahíla de locales cerrados se repite en arterias como Colón (hay entre seis y ocho bajos cerrados), Alloza (sobre todo la mitad norte), San Vicente, Ruiz Zorrilla o Asensi. «Es cierto que la demanda de este tipo de locales se ha reactivado, pero el problema es que no todo el mundo puede pagar 1.500 o 2.000 al mes por uno de esos bajos», apunta Marco que insiste en que, fuera de las zonas prime, el alquiler de este estos establecimientos es complicado.

los precios siguen altos // Que la oferta de locales vacíos sigue siendo muy superior a la demanda es algo que constatan todas las inmobiliarias y que queda patente si se leen los anuncios que publican estos días los principales portales de Internet. Solo Fotocasa tiene activos 124 alquileres de locales comerciales en el centro de la capital. Y aunque los precios difieren mucho según la zona, los metros cuadrados y el estado del inmueble, el coste medio oscila entre los 700 y los 1.500 euros al mes. «Si los precios son muy elevados, el empresario no se atreve a dar el paso y asumir una inversión alta», sentencia Marco.

Laura (pide que no se publique su apellido) abrió hace poco menos de un año una tienda en la avenida Rey Don Jaime. «Mi primera opción eran ubicar mi negocio en las calles Alloza o Colón, ya que por allí pasa mucha más gente. El problema que me encontré fue que los precios son prohibitivos y me pedían entre 1.000 y 1.500 euros por un mes de alquiler. Hice números y tanto dinero era imposible de asumir, así que opté por una zona mucho más económica», cuenta.

Francisco Nomdedeu, presidente del Colegio de los Agentes de la Propiedad Inmobiliaria en Castellón (API), también asegura que en los últimos años la demanda se ha reactivado aunque solo lo ha hecho en las calles con más afluencia de viandantes. «En aquellas zonas de la ciudad con poco tránsito todavía quedan muchos locales vacíos, aunque hay más interés», sentencia.

EL CASO DE VILA-REAL // Si en Castellón, las plantas bajas que no son ejes comerciales son muy difíciles de alquilar, en Vila-real ocurre exactamente lo mismo. «En las calles más comerciales, como Mayor, Colom o la Sang, apenas hay locales vacíos, aunque si te alejas de esa zona aún quedan muchos por alquilar», asegura José Miró, gerente de la agencia inmobiliaria Miró.

Pero, ¿cuánto cuesta un alquiler en Vila-real? Los datos que manejan todas las inmobiliarias consultadas revelan que en las mejoras zonas de la localidad los precios oscilan entre los 1.500 y 2.000 euros, aunque en calles que no son ejes comerciales son más baratos, entre 500 y 700 euros. «Si el local está en buena zona y tiene un buen precio se alquila», añade Miró que asegura que el nivel de rotación sigue siendo alto. «Los más demandados son los que no necesitan ninguna reforma», dice.

Lo que ocurre en Castellón y Vila-real se repite en prácticamente todos los municipios de más de 20.000 habitantes, donde en los últimos años se ha intensificado la actividad en los ejes comerciales del centro mientras que los ejes periféricos se van quedando desiertos. «En Vinaròs hay calles donde es imposible encontrar un local vacío pero en la periferia hay muchísimos bajos sin actividad», explican desde la inmobiliaria Cifa Aragón. En esta localidad, el coste de los mejores bajos comerciales puede superar los 2.000 euros. H