El apellido Menezo ha estado intrínsecamente ligado a la oftalmología en Castellón. Actualmente Marc Menezo es oftalmólogo en el Hospital Provincial, el mismo centro en el que antes ya ejerció su padre Víctor, tristemente fallecido el pasado mes de noviembre, e incluso su abuelo José María. Es por ello que el museo dedicado a esta disciplina no podría llevar otro nombre que el de Menezo. La actual supervisora del servicio de oftalmología en el Provincial, Paqui Samblás (imagen inferior), así lo reconoce: “Víctor fue mi jefe durante más de 30 años y al margen de ser un gran profesional era, como yo, amante de la historia, así que en cuanto hemos tenido oportunidad de abrir este museo al público no lo hemos pensado dos veces”.

El museo en cuestión, que es permanente, se encuentra en el pasillo izquierdo tras acceder al centro hospitalario por la puerta principal, es permanente y Paqui Samblás nos explica qué puede encontrar: “La exposición consta de tres partes. La primera se basa en elementos de quirófano con objetos que van desde una camilla de cristal del siglo XIX, hasta un instrumento para que los pacientes no movieran la cabeza durante la operación o material de quirófano como esterilizadores. Después, otra parte es de consulta, una silla antigua, un optotipo (las letras en las que se comprobaba la agudeza visual), un campímetro… Por último, una sección se basa en el registro, que comienza en 1923 con el nombre de cada paciente y el motivo que le llevaba al hospital”. La actual supervisora de oftalmología asegura que "es especialmente interesante conocer enfermedades endémicas como el tracoma, que lo provocaba la falta de higiene y era contagioso”, o leer en la actualidad la cantidad de pacientes que llegaron a Castelló desde fuera de la provincia durante la Guerra Civil.

La exposición está a la vista de cualquier visitante del Hospital Provincial y rescata así un ‘tesoro’ que ha estado oculto los últimos años en la planta superior del centro. “Nos hacía mucha ilusión que se pusiera en marcha. Hubo en su día ya un museo de oftalmología, pero como nos hacía falta el espacio se cerró. Ahora por fin se ha podido rescatar todo el material”, reconoce la propia Samblás.