El president de la Generalitat, Ximo Puig, se mostró ayer muy contundente y criticó con dureza al «tripartito reaccionario» que gobierna en Andalucía, al que acusó de «desestabilizar» al sector citrícola por tratar de forzar el traslado de la interprofesional Intercitrus a Madrid, como adelantó Mediterráneo en su edición de ayer. Puig aseguró que el Consell «no va a escatimar medios ni esfuerzos para impedir las maniobras de la triple derecha de socavar y minar las herramientas de los agricultores para superar el bache en el sector».

Como publicó este diario, en las últimas semanas se han producido varios movimientos que hacen temer a las organizaciones castellonenses y valencianas representadas en Intercitrus que desde Andalucía haya un intento de llevar la interprofesional a Madrid. Primero fue un veterano dirigente de Asaja Andalucía, Ricardo Serra quien en la última Mesa Nacional de Cítricos y en presencia del ministro, Luis Planas, defendió esa idea al argumentar que el 50% de la producción de naranjas está en su región y aseguró que, en Madrid, Intercitrus podría trabajar de forma más «coordinada». Apenas unas horas después, la consejera andaluza de Agricultura, la nueva popular Carmen Crespo, lanzó la misma propuesta en una entrevista radiofónica.

Puig interpretó estas intervenciones como una voluntad de «torpedear la iniciativa de la Generalitat de reflotar la interprofesional citrícola, como una medida más para ayudar al sector». En este sentido, el jefe del Consell confirmó que ya se han dado los primeros pasos y que el gobierno autonómico e Intercitrus ya han visto dos posibles locales donde el organismo podría reiniciar su actividad de forma inminente.

El dirigente valenciano instó a sus homólogos andaluces a preocuparse «por la caída de precios de los productos del campo». «No vamos a permitir que las derechas torpedeen el sector citrícola por puro sectarismo», aseguró para sentenciar que la Comunitat «ha sido, es y será el origen desde donde se ha potenciado e impulsado» la producción e internacionalización de naranjas y mandarinas a nivel español.

Puig recordó que en la región que preside se producen más de la mitad de todos los cítricos del Estado y que concentra más del 70% de la comercialización, de forma que a su entender «queda claro el liderazgo de la Comunitat, lo que justifica plenamente que la sede de Intercitrus siga en nuestro territorio».

SIN ACTIVIDAD // La interprofesional citrícola, en la que están representadas las organizaciones agrarias Asaja, UPA y COAG, el Comité de Gestión de Cítricos (CGC), Cooperativas Agroalimentarias de España y los subsectores de zumos y conservas, fue reactivada el pasado diciembre tras una década sin actividad y en el marco de la peor campaña de las últimas décadas para el sector citrícola. La presidencia la ha asumido el presidente del CGC, el vila-realense Manuel Arrufat, y en los últimos meses se ha convertido en el principal interlocutor del sector con el Ministerio de Agricultura.

También Puig se reunió con los miembros de la entidad tras anunciar su puesta al día. En ese encuentro, celebrado el pasado 28 de diciembre, se anunció la creación de un lobi citrícola en Bruselas para presionar a la Unió Europea en materias como la reciprocidad fitosanitaria de las importaciones de terceros países.