La Generalitat intentó ayer lanzar un mensaje de tranquilidad, tras el nerviosismo suscitado a raíz de la detección de un rebrote con 16 casos positivos de coronavirus en Castelló. El propio presidente, Ximo Puig, aseguró que, en estos momentos, «todo está bajo control» y ratificó que todos los contagiados se encuentran «aislados».

En este sentido, el jefe del Consell confirmó que ninguno de los afectados reviste gravedad ni se encuentra hospitalizado.

Asimismo, Puig incidió en que habrá que «acostumbrarse» a esta situación porque la movilidad provocará rebrotes, pero lo importante es «la capacidad de detección y aislamiento» de manera precoz para asegurar que no se producen nuevos contagios.

De ahí la relevancia de seguir la trazabilidad de los contactos, es decir, el recorrido que ha podido hacer el virus y seguir la cadena de posibles infectados para aislarlos cuanto antes.

casos importados // A pesar de que la mayoría de rebrotes están teniendo su origen en reuniones familiares, como es el caso del de Castelló, a partir de hoy, cuando se abren las fronteras a turistas extranjeros, entran en juego los llamados casos importados, es decir, contagios de personas que visitan la Comunitat durante el verano y, por tanto, su asistencia y seguimiento dependerá de las autoridades sanitarias valencianas.

Desde el Ministerio ya se ha insistido en diversas ocasiones en la necesidad de controlar estos posibles brotes para evitar la propagación del virus, pero también importantes daños colaterales en el campo económico; y también en la imagen de destino, un aspecto que resulta clave para atraer turistas en la era del coronavirus para sustentar este sector fundamental para los intereses de la Comunitat y, por tanto, los castellonenses.