Sin esperar al Consejo de Ministros extraordinario previsto para el día de hoy. La Generalitat se adelanta y ya tiene en vigor --desde la pasada 1.00 de la madrugada-- la medida de un toque de queda nocturno para controlar el incremento de casos de coronavirus detectados en las últimas semanas. Un aumento que el president, Ximo Puig, achacó principalmente a la irresponsabilidad de una minoría, en forma de actividades de ocio no reguladas.

El jefe del Consell, anunció las actuaciones en una declaración institucional, en la que destacó el repunte de casos. También aludió a las conclusiones obtenidas de las reuniones mantenidas a lo largo de la semana, en la que había «escuchado a todos los agentes políticos, empresariales, sindicales e institucionales de la Comunitat Valenciana. Y todos ellos comparten, con el Consell, la necesidad de nuevas medidas más estrictas», relató.

La resolución de la Conselleria de Sanidad, publicada en el Diari Oficial de la Generalitat Valenciana (DOGV) establece la restricción de la movilidad de la población desde las 00.00 horas y hasta las 6.00 de la mañana, con excepciones para casos de urgencia y por motivos laborales justificados. Anoche se optó por retrasar una hora la vigencia, para no perjudicar a la hostelería y evitar la pérdida de reservas y de negocio en un sábado por la noche. Por otro lado, Puig firmó en la tarde de ayer la petición para que el Gobierno decrete el estado de alarma.

GRUPOS / La otra gran medida es la prohibición de reuniones de más de seis personas, además de la recomendación de limitar al máximo la vida social. Si las medidas surgen efecto, el 9 de diciembre se levantarían, con lo que la campaña de Navidad -con sus reuniones familiares y las compras propias de esas fechas- podría desarrollarse con un clima de normalidad.

La intervención del president remarcó que la presencia del covid-19 en la Comunitat «es menor aquí que en todos los territorios de nuestro entorno, somos la comunidad peninsular con la incidencia más baja del virus, y todos los países de nuestro entorno europeo (Portugal, Francia, Italia o Reino Unido) tienen mayor incidencia que la Comunitat». Aún así, «la situación empeora y hay que reaccionar con contundencia, porque perder tiempo, en este momento, significa perder vidas, empleos y bienestar».

Puig dio la culpa del repunte a «la concentración y deambulación de personas en la franja nocturna en que se producen botellones y fiestas privadas en domicilios particulares. Porque dos de cada tres brotes tienen origen social, con una gran incidencia del ocio nocturno no reglado». El jefe del Consell puso el acento en que, en los últimos tres meses, «la Conselleria de Justicia ha recibido más de 20.000 actas de propuesta de sanción para incumplir las medidas de prevención», y que el «foco de contagio del 90% de ellas derivan de reuniones sociales y de fiestas contrarias a la normativa sanitaria que se celebran en chalés, viviendas o casas de campo. Todo ello forma parte de nuestra manera de entender la vida. Y está bien; nos gusta ser así. Pero ahora no se puede hacer. Ni tampoco tolerar. Basta ya de irresponsabilidades que ponen en peligro a nuestros mayores, a los colectivos vulnerables, al personal sanitario o a cualquier ciudadano».

SIN ALTERNATIVA / Tras detallar el bloque de obligaciones y recomendaciones, el president reconoció que su cumplimiento supondrá «un esfuerzo, lo sabemos. Pero, ¿cuál es la alternativa? La conocemos demasiado bien. Y no la queremos», en alusión a un confinamiento total, como el vivido durante la pasada primavera.

La parte final estuvo dedicada a la presión asistencial. En la anterior oleada, en el conjunto autonómico «fuimos reduciendo los enfermos, de 2.200 hospitalizados a 51. De 386 personas en UCI, a cuatro», mientras que en estos momentos hay «808 ingresados y 125 en UCI. Es una tercera parte de los que teníamos hace seis meses, es cierto. Pero los casos están evolucionando con rapidez».

En cuanto a los nuevos pasos a dar a nivel nacional, Puig consideró «una solución común para toda España y modulable según la situación de cada territorio para afrontar mejor esta segunda ola de la pandemia». Y en esta argumentación incluyó la petición de una nueva declaración de estado e alarma, como «instrumento jurídico más útil» para actuar.

LAS CINCO MEDIDAS OBLIGATORIAS

MOVILIDAD NOCTURNA

Se restringe la movilidad nocturna en toda la Comunitat Valenciana entre las 12 de la noche y las 6 de la madrugada. En esa franja horaria solo podrán transitar por la calle aquellas personas que vayan a trabajar, que vuelven a casa del trabajo, o que se desplacen por una causa de fuerza mayor, como una urgencia médica o la atención de una persona dependiente.

MÁXIMO, SEIS PERSONAS

Se limita a seis personas el número máximo de miembros en una reunión de carácter familiar o social en espacios públicos. Incluye, en espacios privados, a reuniones entre personas no convivientes.

CIERRE DE JARDINES

Los jardines y zonas de esparcimiento al aire libre solo abrirán hasta las 22.00 horas.

HOSTELERÍA

El consumo será siempre en mesa, nunca en barra. Las mesas serán de un máximo de seis personas y los establecimientos cerrarán cada medianoche. Además, queda especificado que la admisión de clientes no podrá realizarse a partir de las 23.00 horas. Esto supone el adelanto de una hora.

VENTA DE ALCOHOL

Queda prohibida la venta de alcohol entre las 22.00 horas y las 8.00 de la mañana, excepto en hosteleria y restauración. En estos casos, se podrá consumir hasta antes de la medianoche, cuando se cierren los locales.

LA RECOMENDACIÓN

APLAZAR ACTIVIDADES

El documento de la Conselleria de Sanidad Universal y Salud Pública, recomienda que las actividades de interacción social se desarrollen siempre y prioritariamente en espacios abiertos y bien ventilados. Además invita a «cancelar o posponer cualquier actividad familiar o social que no sea considerada imprescindible y pueda ser aplazada», a la vez que pide limitar «dentro de lo posible su actividad social».

Bonig (PP): «No servirá sin tests, rastreos o atención primaria»

La presidenta regional del Partido Popular, Isabel Bonig, consideró que las restricciones «no servirán de nada si no van acompañadas de medidas sanitarias». Bonig aseguró que es necesaria la realización de más test, resultados rápidos, mejora en la atención primaria, apoyo a los MIR y rastreo de los contagiados en 24 horas. Además, reclamó que las actuaciones sean a nivel nacional y se acompañen de ayudas económicas a los sectores afectados. Además, dijo que si «hacía apenas una semana Puig proclamaba que estábamos fenomenal ahora, de pronto, anuncia medidas restrictivas».